El gran fracaso de la seguridad en Barranquilla: Una ciudad sitiada por la violencia y la impunidad

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

La situación de seguridad en Barranquilla ha llegado a un punto crítico. Masacres, asesinatos selectivos, robos en todas sus modalidades y extorsiones, han transformado a la ciudad en lo que muchos describen como una “tierra de nadie”. Tras estos hechos, una autoridad paralela opera con total impunidad, ejerciendo un control ilegal que permea todos los aspectos de la vida urbana.

¡Esto es un secreto a voces! Lo que se habla es que estructuras delictivas se encargan de otorgar permisos para actividades cotidianas como fiestas, instalación de pick-ups en las calles y uso de escenarios deportivos, mientras exigen pagos a comerciantes bajo el pretexto de una “matrícula” inicial y cuotas mensuales. Para los pequeños y medianos empresarios, el costo de operar se convierte en una carga insostenible que, en muchos casos, los lleva al cierre definitivo de sus negocios.

Pero la influencia de estas mafias no se detiene en el comercio. Los grupos criminales han comenzado a extender su control hacia instituciones educativas, clínicas, hospitales e incluso a ciudadanos particulares que intentan mejorar sus viviendas. Con la lógica del miedo, argumentan que quien tiene recursos para invertir en mejoras “tiene para pagar”. Las consecuencias de negarse a cumplir con estas exigencias pueden ser fatales, pues aquellos que no ceden al chantaje son amenazados con perder sus vidas.

La falta de control estatal y la inacción de las autoridades locales han generado un ambiente de desesperanza en la población, que observa cómo el desarrollo de la ciudad se queda en la superficialidad de las edificaciones modernas mientras la vida misma queda relegada a un segundo plano.

Violencia desbordada en Barranquilla: Más de 43 homicidios en 21 días, una crisis de seguridad urgente

Entre el 1 y el 21 de enero de 2025, Barranquilla y su área metropolitana han experimentado un preocupante incremento en las muertes violentas. A continuación, se presenta un resumen de los casos registrados durante este período:

Del 31 de diciembre de 2024 y 1 de enero de 2025:

  • Carolay Patricia Escobar Isaza, de 25 años, fue asesinada en el barrio El Bosque por sicarios que irrumpieron en su hogar. Su hijo de 8 años y su suegro resultaron heridos en el ataque.
  • Yeidis Paola Levate Vásquez, también de 25 años, fue asesinada en el barrio La Pradera por sicarios.
  • Custodia Corredor Puerto, de 63 años, fue asesinada en el barrio Abajo por un sicario, dejando además a cinco personas heridas.
  • Leonardo Lorenzo López Catalán, de 43 años, fue asesinado con un arma blanca y objetos contundentes en el barrio Nueva Colombia.
  • En el barrio Villa Lozano, Soledad, un hombre fue encontrado muerto por disparos en una calle del barrio.

Del 1 al 12 de enero de 2025:

  • Se registraron 35 asesinatos en Barranquilla y el Atlántico, con un promedio de casi tres crímenes diarios.
  • El 12 de enero, en el barrio La Chinita, Sharon Nicoll Sánchez Narváez, de 14 años, fue asesinada por sicarios que dispararon contra un grupo de personas, resultando además cuatro personas gravemente heridas.

Del 13 al 16 de enero de 2025:

  • En este período, se registraron 43 muertes violentas en el Atlántico, de las cuales 23 ocurrieron en Barranquilla, 14 en Soledad y 6 en el resto del departamento.

Del 17 al 21 de enero de 2025:

Entre el 17 y el 21 de enero de 2025, Barranquilla y su área metropolitana registraron varios incidentes violentos. A continuación, se detallan los casos más relevantes:

*17 de enero de 2025:

  • Barrio Siete de Abril, Barranquilla: A las 12:19 a.m., Luis Osnaider López Escorcia, de 24 años, fue asesinado a balazos por desconocidos mientras se encontraba en su motocicleta.

*18 de enero de 2025:

  • Barrio Siete de Abril, Barranquilla: A las 2:40 a.m., Junior Hermes Martínez Barrios, de 23 años, fue ultimado a tiros mientras se desplazaba en su motocicleta.
  • Avenida Circunvalar, Barranquilla: A las 3:30 a.m., dos personas que se movilizaban en una motocicleta fueron asesinadas en un ataque sicarial. Una de las víctimas fue identificada como Luis Carlos Caballero Ariza, de 36 años.

*19 de enero de 2025:

  • Barrio Siete de Abril, Barranquilla: A las 12:19 a.m., Luis Osnaider López Escorcia, de 24 años, fue asesinado a balazos por desconocidos mientras se encontraba en su motocicleta.
  • Barrio Siete de Abril, Barranquilla: A las 2:40 a.m., Junior Hermes Martínez Barrios, de 23 años, fue ultimado a tiros mientras se desplazaba en su motocicleta.
  • Avenida Circunvalar, Barranquilla: A las 3:30 a.m., dos personas que se movilizaban en una motocicleta fueron asesinadas en un ataque sicarial. Una de las víctimas fue identificada como Luis Carlos Caballero Ariza, de 36 años.

*20 de enero de 2025:

  • Barrio Siete de Abril, Barranquilla: A las 12:19 a.m., Luis Osnaider López Escorcia, de 24 años, fue asesinado a balazos por desconocidos mientras se encontraba en su motocicleta.
  • Barrio Siete de Abril, Barranquilla: A las 2:40 a.m., Junior Hermes Martínez Barrios, de 23 años, fue ultimado a tiros mientras se desplazaba en su motocicleta.
  • Avenida Circunvalar, Barranquilla: A las 3:30 a.m., dos personas que se movilizaban en una motocicleta fueron asesinadas en un ataque sicarial. Una de las víctimas fue identificada como Luis Carlos Caballero Ariza, de 36 años.

*21 de enero de 2025:

  • No se registraron incidentes violentos significativos en Barranquilla y su área metropolitana durante este día.

¡Las cifras son preocupantes!

Entre el 1 y el 21 de enero de 2025, Barranquilla registró un total de 51 muertes violentas, reflejo de una preocupante escalada de inseguridad en la ciudad. Este cálculo incluye 4 casos ocurridos entre el 31 de diciembre de 2024 y el 1 de enero de 2025, 21 casos entre el 1 y el 12 de enero, 23 más en el período del 13 al 16 de enero, y 3 adicionales entre el 17 y el 21 de enero. Esto equivale a un promedio de casi tres homicidios por día.

En este contexto, las estadísticas de inseguridad son alarmantes. Las estrategias impulsadas por el gobierno local y la Policía han sido insuficientes para contener esta ola de violencia. Aunque se han destinado millonarias inversiones para obras públicas, como parques y escenarios culturales, estas infraestructuras se perciben como meros adornos sin valor real para los habitantes si no se les garantiza primero el derecho a la seguridad.

La proximidad de los Carnavales de Barranquilla, que deberían ser una celebración de la vida y la cultura, no hace más que agravar la percepción de una ciudad que parece estar disfrazada para ocultar sus problemas más profundos.

Mientras tanto, Barranquilla se desangra a plena luz del día. La falta de acción por parte del gobierno local y la Policía solo refuerza la sensación de abandono entre los ciudadanos. Esta crisis exige soluciones estructurales y coordinadas que prioricen la vida y el bienestar de los habitantes por encima de la apariencia superficial de progreso.

Medidas contundentes y resultados efectivos

La situación de Barranquilla es un claro ejemplo de cómo la inseguridad ciudadana puede socavar el tejido social de una comunidad. Las autoridades, tanto locales como nacionales, deben reconocer que la confianza de la población no se recupera con anuncios de obras públicas, sino con acciones concretas que enfrenten el problema de raíz.

La solución pasa por una reestructuración de las estrategias de seguridad, una depuración en las fuerzas del orden para combatir la corrupción interna y la creación de espacios de diálogo con la ciudadanía. Sin estas medidas, Barranquilla seguirá siendo un reflejo de lo que sucede cuando se prioriza la imagen sobre el bienestar real de su población.

Y.A.