¡La seguridad en Barranquilla no puede ser rehén de intereses políticos!: Porfirio Castillo, exsecretario de Gobierno de Jaime Pumarejo C.

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

Barranquilla y el departamento del Atlántico enfrentan una alarmante escalada de inseguridad, marcada por homicidios y extorsiones que han sembrado el temor entre sus habitantes. La reciente violencia se refleja en dos ataques que sacudieron la ciudad y en las críticas de expertos sobre la respuesta de las autoridades.

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El pasado 18 de enero, en pleno centro de Barranquilla, se llevó a cabo un ataque armado que dejó gravemente heridos a Dionisio Enrique Frías Castilla, alias ‘Gordo 40’, y su hermano Danny William Frías Castillo, alias ‘Danny 40’. Ambos son identificados como líderes del grupo criminal ‘Los Pepes’. Tras el atentado, los hermanos fueron trasladados a la Clínica La Merced, donde su estado sigue siendo reservado. Sin embargo, el episodio adquirió un matiz más oscuro cuando se reveló que el personal médico que los atiende ha sido amenazado de muerte, lo que obligó a reforzar la seguridad en el centro asistencial.

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Foto: lugar de los hechos.

Cuatro días después, este miércoles 22 de enero, otro acto violento conmocionó a los barranquilleros. A la 1:25 p.m., en la estación de servicio conocida como la ‘Bomba del Muñeco’, sicarios atacaron a dos hombres que se encontraban reparando la llanta de un vehículo, provocando su muerte en el acto. Este hecho ocurrió en una zona concurrida del norte de la ciudad, en la carrera 43 con calle 74. Las autoridades lograron capturar a dos sospechosos poco después del incidente, pero las preguntas sobre el control de la violencia persisten.

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Porfirio Castillo Zamora. // Foto: Suministrada

La crisis de seguridad se agrava con la percepción de que las autoridades no han implementado estrategias efectivas para contener a las organizaciones criminales, cuya lucha por el control del territorio parece intensificarse.

En una entrevista exclusiva concedida a Diario La Libertad, Porfirio Castillo Zamora, ex secretario de gobierno de Bernardo «El Cura» Hoyos; primer secretario de gobierno en la administración de Jaime Pumarejo Certein; abogado y exdiputado, manifestó que esta situación tiene raíces profundas en problemas históricos y estructurales que no han sido atendidos adecuadamente. “En Barranquilla no había conflicto social, teníamos problemas de pobreza, entre otros, pero nosotros no nos estábamos matando en las esquinas por razones políticas”, afirmó Castillo.

«El departamento del Atlántico no puede olvidar, que aquí donde no había conflicto mataron cualquier cantidad de personas (…), excúseme y que le diga las cosas así, cuando eso pasó, el Distrito de Barranquilla estaba bajo la Ley 550, yo no sé si ustedes se acuerdan de que se creó el Instituto Distrital para la Seguridad y la Convivencia Ciudadana (IDIS), y lo voy a decir con respeto, pero en el IDIS, las cámaras de seguridad estuvieron al servicio de ellos y ellos eran los que hacían y deshacían porque ellos eran los que estaban controlando las cámaras, desde ese punto de vista, la respuesta, pasa con decirte que la inteligencia estaba al servicio de ellos y acuérdense ustedes de tema de DAS y del tema de Alfredo Correa, entonces, desde ese punto de vista ahí hay un primer enfoque, lograron consolidarse unas organizaciones que luego, cuando se da el Proceso de Paz, o sea el proceso del expresidente Álvaro Uribe, quedan desarticulados y arman entonces todos estos grupos de Los Costeños y Los Pepes (grupos delincuenciales) que se nos volvieron grandes», recordó.

Sin inteligencia, la Policía no podrá impartir el orden en la ciudad

Según Castillo, la falta de inteligencia efectiva ha permitido que grupos como ‘Los Costeños’ y ‘Los Pepes’ crezcan y operen sin mayores restricciones. También destacó cómo la corrupción y la ineficiencia han mermado la capacidad de la Fuerza Pública para actuar de manera oportuna. “La inteligencia no funciona y, si funciona, ¿está al servicio de quién?”, aseveró. Además, criticó que la seguridad muchas veces no está orientada al bien común, sino controlada por intereses políticos.

¿Qué están haciendo las autoridades por Barranquilla?

El rol de las autoridades locales también es objeto de escrutinio. Castillo subrayó la necesidad de que la Administración Distrital comprenda a fondo la problemática de la seguridad y no se limiten a generar anuncios que desvíen la atención de los problemas reales. La falta de un compromiso social y ético para proteger la vida de los ciudadanos también fue señalada como una de las causas del deterioro de la seguridad en la región. “No hay una sociedad comprometida… matan y no nos sorprendemos”, comentó con pesar.

«La alta rotación de los comandantes de la Policía Metropolitana y Departamental, no es buena señal. El comandante debería elaborar un plan cuatrienial, que le permita trazar objetivos y medirlos parcialmente, para cerrar al final del periodo», acotó.

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Cámaras de seguridad en Barranquilla // Foto: Alcaldía Distrital.

Desafíos en videovigilancia para la seguridad ciudadana

Otro punto de preocupación es el manejo de la tecnología para la vigilancia. Aunque en Barranquilla existen cámaras de seguridad equipadas con botones de emergencia y sistemas de reconocimiento facial, su distribución es insuficiente y no cubre los sectores más afectados por la delincuencia.

Desde el 2 de diciembre de 2024, Barranquilla cuenta con 269 puntos activos de cámaras de videovigilancia, distribuidos estratégicamente en zonas críticas de la ciudad en un intento por fortalecer la seguridad en el área metropolitana. La implementación de estas herramientas se financió en parte con los recursos provenientes de la tasa de seguridad, destinada a dotar a la Policía Metropolitana y al Ejército; sin embargo, no se tiene información completa de cómo se están utilizando estos recursos de manera detallada para este tema en particular.

El sistema de videovigilancia tiene sus raíces en una iniciativa del alcalde Alejandro Char durante los primeros meses de su administración, cuando se instalaron 100 cámaras donadas por la Cámara de Comercio de Barranquilla. Estas fueron destinadas principalmente a combatir delitos como la extorsión y otros hechos de inseguridad. Las zonas de instalación fueron seleccionadas por especialistas de la Policía, con énfasis en el Gaula Élite Metropolitano y en coordinación con la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana.

Según la Policía Metropolitana, el sistema contribuye con resultados positivos en materia de convivencia y seguridad, logrando entre 2 y 3 casos exitosos cada semana. Asimismo, cerca de 800 establecimientos comerciales han sido beneficiados gracias a la cobertura proporcionada por estas cámaras, según datos de la Cámara de Comercio.

Pero, los resultados dicen otra cosa. A pesar de los avances, el número actual de cámaras sigue siendo limitado para las dimensiones y necesidades de la ciudad, lo que representa un desafío constante para las autoridades locales en su lucha por garantizar la tranquilidad de los ciudadanos.

Una debida articulación institucional

En su análisis, Castillo propuso una solución integral que combine acciones policiales y militares con medidas sociales. “Nos metemos con la Policía, nos metemos con el Ejército, pero también nos metemos con la solución social”, afirmó, resaltando la importancia de acercarse a las comunidades controladas por la delincuencia para construir confianza y garantizar el orden.

La comunicación oficial también fue duramente criticada. Castillo indicó que el Distrito no está informando adecuadamente a la ciudadanía sobre los problemas de seguridad. Esta falencia genera una sensación de incertidumbre entre los habitantes y debilita la confianza en las autoridades al colocar una cortina para que Barranquilla no se de cuenta de su realidad.

FUNCIONES DEL SECRETARIO DE GOBIERNO:
Liderar, planear, implementar y evaluar la política pública en materia de seguridad, convivencia y acceso a la justicia, así como gestionar los servicios de emergencias, para garantizar el ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos del Distrito Capital.

Los resultados hablan por sí solos

El aumento de delitos como la extorsión, los homicidios y los robos en Barranquilla es un reflejo de la incapacidad de las instituciones para actuar de manera coordinada. A pesar de los patrullajes y operativos, las cifras no muestran una mejora significativa, lo que lleva a cuestionar si las acciones emprendidas son suficientes o si solo se tratan de medidas superficiales.

En este contexto, también se destaca el debate sobre las extorsiones supuestamente organizadas desde las cárceles. Sin embargo, expertos en el tema como Castillo han desmentido esta teoría, subrayando que el problema va más allá de las prisiones. «No acepto que digan que las extorsiones salen de las cárceles de Barranquilla», declaró el exsecretario de gobierno a esta casa periodística, dejando claro que la solución requiere atacar las raíces de la delincuencia con una visión más amplia.

Los principales retos de la seguridad

En resumen, estos cuatro problemas representan las principales amenazas a la seguridad en la ciudad y requieren una respuesta integral por parte de todos los actores del gobierno local y departamental según Porfirio Castillo:

  1. Fallas en la inteligencia y control de seguridad: La inteligencia en Barranquilla no funciona adecuadamente o está al servicio de intereses particulares, lo que dificulta la identificación y control de actividades delictivas, incluso en un departamento pequeño y conectado como el Atlántico.
  2. Falta de compromiso político y social en la seguridad: Existe una carencia de compromiso por parte de las autoridades políticas y la sociedad para defender la vida y enfrentar la inseguridad de manera seria. La respuesta de las autoridades a los homicidios se limita a generar anuncios sin acciones efectivas.
  3. Relación entre política y delincuencia: La Fuerza Pública podría atender el problema, pero las conexiones entre los grupos criminales y ciertos intereses políticos dificultan una acción efectiva, ya que la seguridad no está dirigida al bien común, sino a fines particulares.
  4. Desarticulación y falta de acciones conjuntas: La ausencia de estrategias articuladas entre la Policía, el Ejército y las autoridades locales, junto con la necesidad de respuestas excepcionales, como estados de conmoción interior, genera una situación en la que las acciones no se combinan para enfrentar de forma integral la violencia en la región.

Un llamado a la acción

Castillo también habló de la necesidad de una reestructuración del gabinete de seguridad, si bien necesaria, no será suficiente si no hay un cambio profundo en la manera en que se gestiona el gobierno local. «Es momento de priorizar la transparencia y la eficiencia, dejando de lado las disputas políticas que han paralizado los avances en la lucha contra la inseguridad», aseveró. Más allá de las medidas inmediatas, Barranquilla necesita un liderazgo comprometido y honesto, capaz de enfrentar los desafíos con determinación y sin dobleces.

Ante «la carencia de una politica de prevención vigilancia y seguridad integral que responda a los actuales desafíos, con sentido de prioridad; los recursos como la sobre-tasa, deben destinarse a la seguridad, no desviarse para otros aspectos, cuyos recursos responden a otra gestión; que haya compromiso político institucional del Alcalde como primera autoridad de Policía Distrital y del Gobernador como primera autoridad de Policía Departamental. Una situación como la que atravesamos sería suficiente para generar una crisis. Urgente y grave.», sentenció Castillo.

El descontento ciudadano y la percepción de abandono por parte de las autoridades son señales de alerta que no deben ser ignoradas. Si Barranquilla desea superar esta crisis, será necesario no solo tomar decisiones firmes, sino también combatir el verdadero enemigo que reside dentro del sistema: la corrupción.

Un panorama preocupante para la capital del Atlántico

El aumento de la violencia en Barranquilla y el Atlántico no es un problema aislado, sino el resultado de años de desatención, corrupción y falta de estrategias efectivas. Las autoridades enfrentan el reto de actuar con prontitud y contundencia para recuperar la confianza de los ciudadanos y garantizar su seguridad.

La clave podría estar en una visión más amplia que integre tecnología, acción policial, participación comunitaria y voluntad política. Sin embargo, mientras estos cambios no se materialicen, la inseguridad seguirá siendo una amenaza latente para la región.

Y.A.