La nueva administración republicana explora reuniones con funcionarios venezolanos mientras genera debate por posibles deportaciones masivas.
En un giro inesperado, la administración de Donald Trump marcó su primer día con un anuncio que reconfigura su estrategia hacia Venezuela. Richard Grenell, enviado especial para misiones internacionales, informó que se iniciarán reuniones con funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, asegurando que “hablar es una táctica”. Este cambio de enfoque contrasta con la dureza tradicional republicana hacia el chavismo.
“He hablado con varios funcionarios en Venezuela hoy y comenzaré las reuniones mañana temprano”, declaró Grenell. El anuncio llamó la atención debido a la ausencia del tema Venezuela en el discurso inaugural de Trump, pese a la importancia que históricamente ha dado a los asuntos de América Latina. No obstante, la presencia de líderes regionales como Javier Milei, Nayib Bukele y Daniel Noboa en la ceremonia subrayó el interés en la región.
En declaraciones a periodistas, Trump expresó que observa a Venezuela «con mucho interés» y rechazó la idea de comprar petróleo venezolano. “Fue un gran país hace 20 años y ahora es un desastre”, afirmó.
Deportaciones y cooperación contra el Tren de Aragua
El tema migratorio es otro eje polémico del nuevo gobierno. Trump firmó un decreto suspendiendo el programa de admisión de refugiados, alimentando temores de deportaciones masivas de venezolanos indocumentados. Aunque evitó detalles sobre cómo garantizaría que Maduro acepte a los deportados, afirmó: “Estamos mirando a Venezuela con mucho interés”.
Mientras tanto, el gobierno de Maduro ha manifestado disposición para colaborar con Estados Unidos en la lucha contra el Tren de Aragua, una organización criminal transnacional que el régimen ha usado para vincular a la oposición con actividades ilícitas. Según la Fiscalía venezolana, el grupo ha operado con apoyo de opositores, como Leopoldo López y Miguel Pizarro, quienes presuntamente facilitaron traslados hacia Colombia y Estados Unidos.
El Tren de Aragua, señalado por su expansión continental, fue recientemente acusado por la Fiscalía chilena de liderar el secuestro y asesinato del militar rebelde Ronald Ojea en Santiago. En respuesta, la Fiscalía venezolana aseguró su compromiso con la lucha contra el crimen organizado y su disposición a retomar la cooperación penal con Estados Unidos.
División entre pragmatismo y mano dura
Las decisiones de Trump generan opiniones divididas. Algunos ven los contactos con Maduro como un paso hacia soluciones diplomáticas, mientras otros temen que las medidas migratorias incrementen las tensiones.
“Vienen tiempos muy difíciles para los venezolanos que confiaban en Trump. Por un lado, está Marco Rubio, el ‘halcón’, y por el otro, Grenell, que es el pragmático”, explicó María Puerta Riera, experta en política estadounidense. Además, destacó que el lobby petrolero podría presionar para flexibilizar las sanciones, mientras Trump prioriza deportaciones masivas.
Con una combinación de tácticas de diálogo y políticas controvertidas, la estrategia de Trump hacia Venezuela promete generar tanto expectativas como tensiones en los meses venideros.
Y.A.











