Colombia se enfrenta a un nuevo desafío económico en el ámbito de las exportaciones agrícolas, específicamente en el sector cárnico, tras el reciente anuncio del gobierno chino sobre la apertura de una investigación a las importaciones de carne bovina.
Esta medida se ha desencadenado en un contexto donde el mercado interno de China presenta un exceso de oferta que ha estado presionando los precios a la baja, afectando a los productores locales de carne.
A finales del año pasado, el Ministerio de Comercio de China notificó que se realizaría un estudio exhaustivo sobre las importaciones de carne fresca, refrigerada y congelada que se han realizado desde enero de 2019 hasta junio de 2024.
Esta decisión surge a raíz de las quejas manifestadas por la Asociación de Ganadería de China, que ha advertido sobre el daño sustancial que las importaciones masivas han causado a la industria cárnica local.
En 2023, las importaciones de carne de res alcanzaron un increíble total de 14 mil 200 millones de dólares, lo que representa un aumento del 65% respecto a cifras de 2019, colocándose como China en el mayor importador de carne bovina a nivel mundial.
Brasil, Argentina y Australia son los principales exportadores que abastecen a este mercado, pero Colombia, aunque aún tiene una participación modesta, ha comenzado a ganar un espacio significativo.
En una evaluación reciente, se indicó que Colombia ocupa la posición número 11 en la lista de exportadores de carne hacia China, aportando solamente el 0,1 % del volumen total.
Según las cifras proporcionadas por el Fondo de Estabilización de Precios (FEP), el país podría estar en una posición favorable para defender sus intereses gracias a su baja participación en el mercado, que le otorga ciertas ventajas bajo las regulaciones del Acuerdo de Salvaguardias de la OMC.
Estrategia de Defensa
Ante este panorama incierto y potencialmente perjudicial para sus exportaciones, la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) ha comenzado a implementar una estrategia para proteger la industria cárnica nacional.
En reuniones efectuadas con representantes del Ministerio de Comercio, ProColombia y otros entes, se ha trabajado en la documentación necesaria para participar activamente en el proceso investigativo.
Augusto Beltrán, secretario técnico del FEP, comunicó que tienen plazo hasta el 16 de enero para formalizar su participación y defender las exportaciones colombianas.
La estrategia de defensa se fundamentará en demostrar que la carne colombiana no impacta significativamente el mercado chino y en destacar sus estándares sanitarios y de calidad, que han permitido su ingreso a mercados internacionales exigentes.
Esta defensa no solo es crucial para mantener la continuidad en las exportaciones, sino también para la estabilidad del sector ganadero local.
Impacto en el Comercio Global
La investigación que ha iniciado China podría tener repercusiones importantes en el comercio global, ya que, como uno de los mayores importadores de carne del mundo, cualquier regulación o restricción que se implemente podría afectar significativamente a las naciones que dependen de este mercado.
Tanto Brasil como Argentina y Australia están observando la situación de cerca, preparándose para contrarrestar posibles restricciones comerciales que pudieran surgir.
Los analistas han evaluado que el exceso de oferta en el mercado está relacionado no solo con las importaciones, sino también con un descenso en el consumo interno chino, lo que ha llevado a una situación de precios bajos en la carne.
Hasta el momento, el precio de la carne de res ha disminuido un 22 % en diciembre de 2024 en comparación con el mismo mes de 2022.
Desafíos para el sector ganadero
El sector ganadero colombiano, que ha mostrado una recuperación notable desde la apertura del mercado chino en septiembre de 2023, se encuentra en un delicado equilibrio.
Aunque el crecimiento de las exportaciones de carne ha sido alentador, la posibilidad de una investigación que lleve a la implementación de aranceles o restricciones al comercio podría revertir estos avances.
Como conclusión, es evidente que Colombia debe actuar con cautela, aprovechando la oportunidad de estar involucrada en este proceso.
Con un enfoque proactivo, el país aspira a garantizar sus exportaciones y protección ante un entorno comercial en constante cambio, mientras se afinca como un jugador viable en el mercado de carne bovina global.
La respuesta que se brinde en los próximos meses será fundamental para determinar el futuro del comercio cárnico con China y para la sostenibilidad de la industria ganadera colombiana.