La negociación entre el Gobierno de Venezuela y Nitrofert Asset Management SAS para la venta de la empresa Monómeros sigue generando polémica. El Superintendente de Sociedades, Billy Escobar, ha asegurado que su entidad está «vigilante» ante el riesgo de que la compañía sea «vacía», es decir, que se vendan sus activos dejando la empresa en una situación financiera insostenible.
Escobar comentó a El Tiempo que están atentos para que no ocurra lo que calificó como un «vaciamiento» de Monómeros, un proceso que podría dejar la compañía con «el cascarón vacío». Además, señaló que la Supersociedades sigue evaluando la apelación presentada por Monómeros respecto a un control sobre la empresa que se impuso en diciembre del año pasado, y que la decisión final se tomará a finales de enero.
Por otro lado, la alerta emitida por la Superintendencia advierte sobre un riesgo potencial en el pago de salarios a trabajadores y deudas con acreedores. El 13 de enero, ejecutivos de Monómeros se reunieron y firmaron un acta en la que exigen suspender la venta hasta que se cuente con la aprobación del máximo órgano de gobierno de la empresa.

En el acta también se establece que, si el gerente general decide continuar con el proceso de venta, se deberá convocar a una Asamblea General de Accionistas para someter la transacción a consideración del máximo órgano social, dado que podría haber un conflicto de interés.
Por su parte, Jorge Luis Pacheco Hernández, representante de Nitrofert, aclaró en declaraciones a Zona Cero que su intención no es comprar Monómeros como empresa, sino adquirir sus activos tangibles e intangibles. Según Pacheco, el negocio está debidamente autorizado por las autoridades colombianas y por OFAC (Oficina de Control de Bienes Extranjeros) de Estados Unidos, con una licencia que vence en junio de 2025.
Pacheco aseguró que, si la compra se concreta, Nitrofert tiene la capacidad de intervenir de inmediato en las operaciones de Monómeros, sin afectar los empleos, clientes o consumidores. También destacó que su compañía posee plantas modernas con tecnología de última generación, lo que permitiría cubrir rápidamente la demanda del mercado sin mayores demoras.
La negociación continúa siendo objeto de debate, con la Supersociedades vigilante y los ejecutivos de Monómeros solicitando frenar el proceso hasta que se resuelvan las diferencias. El futuro de la empresa y de sus empleados sigue siendo incierto, mientras las autoridades y los actores involucrados esperan una resolución definitiva.