Una nueva masacre sacude a Colombia. En la noche del miércoles, una familia conformada por un hombre, su esposa y su bebé de 6 meses fue asesinada mientras transitaban por la vía que conecta Tibú con Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander.
La víctima masculina fue identificada como Miguel Ángel López, propietario de la funeraria San Miguel en Tibú. Su esposa, Zulay Durán Pacheco, y su pequeño hijo también perdieron la vida en este lamentable ataque. Según las primeras investigaciones, la familia fue interceptada por un grupo de hombres armados que les dispararon mientras se desplazaban en su vehículo.
COMUNIDAD CONSTERNADA
Este crimen ha generado gran conmoción en la región, conocida por los constantes conflictos derivados de la presencia de grupos armados ilegales. Habitantes de Tibú expresaron su dolor e indignación, exigiendo justicia y medidas de seguridad que permitan frenar la violencia en esta zona del país.
INVESTIGACIÓN EN CURSO
Las autoridades locales han desplegado un equipo especial para investigar lo ocurrido y dar con los responsables. Sin embargo, este hecho se suma a la creciente lista de masacres que han marcado el inicio del año, evidenciando la persistente crisis de seguridad en algunas regiones de Colombia.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han instado al gobierno a intensificar los esfuerzos por proteger a las comunidades vulnerables y garantizar el derecho a la vida en zonas afectadas por el conflicto armado.
Este acto de violencia no solo enluta a una familia, sino que pone de manifiesto la urgencia de soluciones efectivas frente a la inseguridad que afecta a miles de colombianos.