Por: Roberto Carlos Díaz Salinas
El Dr. Reynaldo Mora presenta el Planteamiento del Problema como un eje esencial en la construcción de un proyecto de investigación doctoral, donde la precisión narrativa y la claridad conceptual son elementos imprescindibles. Enfatiza en que este proceso requiere una escritura reflexiva y meticulosa, diseñada para eliminar contradicciones, redundancias y lagunas conceptuales. Mora plantea que el investigador debe adoptar una postura crítica, dialogando consigo mismo, con el objetivo de asegurar que el material escrito refleje fielmente la esencia del problema estudiado.
Además, resalta que esta etapa constituye un ejercicio de introspección intelectual, donde el investigador no solo estructura su problema, sino que lo transforma en un vehículo de comprensión y comunicación académica. En este contexto, la narrativa investigativa adquiere un carácter estratégico que facilita la articulación de las ideas fundamentales del proyecto, al tiempo que anticipa posibles críticas y ajustes requeridos por los evaluadores. El texto del Dr. Mora puede ser analizado desde perspectivas teóricas que enfatizan la relación entre narrativa, investigación y praxis educativa.
- La Narrativa como Construcción del Conocimiento: Lawrence Stenhouse y José Gimeno Sacristán
Lawrence Stenhouse, en Investigación y desarrollo del curriculum (1984), describe el currículo como un proceso de construcción reflexiva y continua, donde la narrativa docente desempeña un papel central (Stenhouse, 1984, p. 29). En consonancia con esta idea, el enfoque de Mora resalta la importancia de afilar y tensionar la narrativa del Planteamiento del Problema, un proceso que refleja el compromiso con la claridad y la relevancia educativa.
José Gimeno Sacristán, en El Curriculum: Una reflexión sobre la práctica (1988), señala que el currículo es un espacio de interacción entre el conocimiento y su contexto cultural (Sacristán, 1988, p. 47). Esta perspectiva refuerza la idea de Mora sobre la necesidad de un diálogo interno que permita al investigador construir un relato significativo y contextualizado.
- Praxis y Reflexión Crítica: Paulo Freire y Orlando Fals Borda
Paulo Freire, en Pedagogía del Oprimido (1970), define la praxis como el proceso de reflexión y acción que permite transformar la realidad (Freire, 1970, p. 76). El enfoque de Mora sobre el diálogo ágil y crítico consigo mismo resuena con esta visión, donde el investigador, como sujeto activo, redefine y ajusta su problemática para generar un impacto significativo.
Orlando Fals Borda, en La investigación-acción participativa (1987), enfatiza la importancia de la autocrítica y la participación activa en la construcción del conocimiento (Fals Borda, 1987, p. 63). La metodología sugerida por Mora refleja esta postura al situar al investigador como un agente reflexivo que transforma sus ideas en narrativas coherentes y persuasivas.
- Neurociencia y Escritura Reflexiva: Rodolfo Llinás
Rodolfo Llinás, en El cerebro y el mito del yo (2001), explica cómo los procesos cognitivos están intrínsecamente vinculados con la capacidad de reflexionar y construir significado (Llinás, 2001, p. 112). La propuesta de Mora sobre el diálogo interno y la revisión constante del material escrito puede interpretarse como un ejercicio neurocognitivo que optimiza las conexiones entre la intuición y la razón en la investigación. - Currículo Contextualizado y Pertinente: Alexander Ortiz Ocaña
Alexander Ortiz Ocaña, en Configuración epistémica de la pedagogía (2015), señala la necesidad de fundamentar la narrativa educativa en un enfoque epistémico crítico (Ortiz Ocaña, 2015, p. 72). Este planteamiento se alinea con la visión de Mora sobre la importancia de la narrativa estratégica como medio para transmitir el valor académico y social del problema investigado.
Conclusión.
El Dr. Reynaldo Mora ofrece una reflexión integral sobre el papel del Planteamiento del Problema en la investigación doctoral, enfatizando en su carácter narrativo y su función como eje estructurante del proyecto. Este enfoque encuentra un sólido respaldo en teorías educativas contemporáneas que resaltan la interrelación entre narrativa, reflexión crítica y praxis.
La propuesta de Mora no solo guía a los investigadores en la construcción de sus proyectos, sino que también los invita a participar activamente en un diálogo interno que garantice la coherencia, pertinencia y claridad de su trabajo. Al hacerlo, sitúa al investigador como un actor clave en la generación de conocimiento, comprometido con la transformación educativa y social.