Cartas

Autor Guillermo Luis Nieto Molina

Hola Silvana,, te escribo porque tengo un dilema.
Ella no organiza sus prioridades, quiere todo al mismo tiempo; que si un Anillo, que si ropa de marca y lo último lentes, fotocromáticos y una moto grande eléctrica.
La verdad que está bonita y todo, pero me siento abrumado con sus exigencias sin orden, sin un derrotero a seguir. Ojalá pueda complacerla, pero ajá, todo a su debido tiempo. ¿Qué piensas¿, ¿qué opinas tú cómo psicóloga.?
De ella me encanta su despiste, es como una mezcla de ternura y agresividad. Hoy descubrí que no le gustan los poemas y que lastima, yo quiero ser su poema preferido.
La poesía es subjetiva, yo seré su poema real, jajaja.

La voy a conquistar lo sé, lo que ella no sabe, ¡ es que ella ya me conquistó!

Si ha de despreciarme, no pasa nada, la vida sigue, yo sin ella y ella sin gafas nuevas, sin lentes de última moda y sin la moto eléctrica grande último modelo.
Saludarla de mi parte es lo mucho que puedes hacer.

Gracias.

Carta #2
Hola Silvana , nuevamente soy yo. Te cuento que ayer la vi. Esa mujer me impresiona . Me atrae, como el imán al hierro, no lo puedo negar . Ella ni cuenta se da. Me detuve en su rostro y está vez noté que se le había pasado la mano con la base del maquillaje, debe ser que ya sus años vividos dejan marcas en su piel. Vestía un jeans y la camiseta o playera con el logo del lugar donde trabaja. Estaba efusiva, tanto que varias veces me preguntó que porque estaba tan callado. Sin embargo repitió en varias ocasiones esa frase con la que me intimida » señor Gabriel» ese señor Gabriel me pone como a tres metros de distancia y además agrega una sentencia. » Señor Gabriel, nosotras teníamos otro chófer, y dejamos de llamarlo, porque se las dió de enamorado mío»
Imagínate, es una amenaza , yo no puedo decirle nada de frente, solo insinuar lo que siento, porque no quiero perder ese contrato los días viernes; el cual no pagan muy bien pero ayudan.
Ella es rara. Te cuento que hacía calor y yo compré una gaseosa bien fría y unas galletas. Las demás compañeras –son tres- tomaron gaseosa y comieron galletas. Ella no. Ella expresó: » A mi que me conquisten con cadenas de oro, con invitación a comer helados bien caros » ¡fíjate tú! Me dió una rabia. Y no volví a mirarla en todo el camino muy a pesar que ella tu sabes, se sienta en el puesto de adelante a mi lado.
Dime Silvana desde tu psicología ¿quien está más loco, ella por sus caprichos de cuarentona o yo por mis sueños de adulto mayor conquistador?

Gracias por tu atención.
No la saludes de mi parte, se puede molestar y no me llama a prestarle el servicio el próximo viernes.

Gracias

Carta #3

Querida Silvana, está es la tercera vez que te escribo, y lo hago con la certeza y bondad con que se expresa un derrotado, dicen que no hay nada más humano de alguien , que ha sido derrotado. Sin embargo yo no lo estoy del todo. Ayer brinqué de alegría, cuando le escribí a la creída esa, bien temprano » que tengas un maravilloso día» ahhh y me contestó «gracias» . Tremenda emoción, dicen que suponer es malo y lo hice. La imaginé sonreida al contestar mi mensaje, pero ¡que va! Me equivoqué, al día siguiente le volví a escribir » Hoy, que tú dulzura y alegría, llenen de paz y amor los corazones tristes. Buen día.»
Y me dejó en visto. Inmediatamente me dije a mi mismo la embarré.
Tu cómo psicóloga me has dicho muchas veces que me olvide de ella, que ella no se quiere así misma, que le gusta exigir, solo para mortificar a todo aquel que se le acerque. Bueno, yo por conquistarla me volveré un mártir.
Su baja estatura crece cuando la veo sonreír, aunque debo confesarte que ella a mi lado no luce, yo con un metro noventa de estatura y ella con apenas 1:55 metros se debe ver chistoso .

Voy a tratar de no pensar en ella, le he querido enviar poemas y sé que perderé mi tiempo porque no le gustan
los poemas.
Estoy pensando regalarle unas flores el día que me llame a laborar pero no tengo idea como entregárselas. Mejor guardo ese dinero por si acaso algún día ella cambia. Mientras tanto, mándame tu número de cuenta para girarte un dinero, porque estás terapias, creo me van a salir caras.

Cuando la veas dile como en bromas, » oye niña a ti te hace falta un poeta que te haga versos, después de hacer el amor»

Ahhh y después le dices » saludes te mandó el señor Gabriel» no le digas Gabriel porque a lo mejor se enfurece.

Gracias .

Carta # 4

Hola mi psicóloga Silvana.
Te cuento que tenía días de no verla. Hoy en la mañana la transporté, junto a las otras funcionarias que la acompañan a hacer las visitas.
Siempre se le olvida algo, se le cae el celular en el piso del carro y no lo encuentra, en fin me toca parar y ayudarla a encontrar el teléfono.
Hoy me arriesgué bastante. Con mucho sigilo sin mirarla siquiera, le rozaba el brazo con mi brazo de una manera sutil, los bellos de mi piel rozaban su piel, antes giré un poco el retrovisor del vehículo para ir manejando y verle su rostro. En un tramo largo por la avenida de la circunvalación la vi que se puso roja como un tomate y se le erizó un poco el brazo izquierdo el cual yo le rozaba.
Me emocioné mucho. Pero al instante me desconchinflé porque me mandó a bajar el aire acondicionado argumentando que tenía frío. A lo mejor sí tenía frío por eso se erizó y sus pezones se pusieron erectos a causa del frío .

No me vengas ahora Silvana a decir nuevamente que lo que tengo es una obsesión por ella .
Esa mujer es interesante, con 42 años ya graduó a su hijo de médico viviendo como madre soltera. Trabajando duro.
Bueno lo de soltera, a lo mejor es un comercial que ella misma se patrocina, porque esa mujer es bonita y como es bajita de estatura, se cumple el dicho que dice » toda vaca chiquita, siempre es ternera». Y toda ternera siempre tiene sus toretes detrás de ella. Lo que si te aseguro que éste toro viejo se la lleva entre sus cachos poco a poco .
Ya no sé que hacer, no me da visos de interesarse por mí. Voy a empezar a ignorarla y a hacerle cariños y versos a las otras muchachas que son menor en edad que ella a ver si eso me ayuda a qué defienda su territorio. Yo sé que ella se la da de tonta, pero de tonta no tiene un pelo.
Hoy la invite a la heladeria Americana, no me dijo ni mu , sin embargo por el retrovisor noté que se saboreaba.

Te dejo ya no sé si suspirar o llorar. Estoy locamente enamorado.

Gracias.

Carta #5
Buenas noches Silvana. Me has dejado pensativo y es muy real y concreta la respuesta que me enviastes a las anteriores cartas. De antemano te pido disculpas porque sé que eres una mujer muy ocupada. Eso que me escribes ya me lo he aprendido de memoria y lo transcribo:

«Bueno ya he leído sus cartas y no hay otra respuesta Señor Gabriel, mi respuesta es la misma, es difícil y lo entiendo, pero gracias a Dios no ha pasado de ser solo un gusto y un enamoramiento temporal sin algo que realmente los conecte , ella, usted bien lo dice, es exitante e exigente y ahí deja claro que ya no está en función de amores sino de otras cosas , yo solo le digo que vaya despacio o mejor tome otro rumbo, si ella no es luces salgase de esa oscuridad, es mejor no insistir en algo que lo puede lastimar
Obsesión no veo, porque usted está centrado y veo que por muy enamorado que esté no va a caer tan fácil en su red»

Uno es tonto estimada psicóloga, uno sabe y sigue. ¿ Será por la edad? ¿Con los años disminuye el orgullo? o ¿crece el ego al «conquistar » una mujer más joven,?

En secreto te cuento,que hasta he tenido sueños húmedos, como los adolescentes. También me he masturbado, pero ya no estoy para eso, porque después me da un fuerte dolor de cabeza.

Desistiré de mis servicios de transporte, a lo mejor eso mitiga este amor desaforado por esa chiquitica, por esa astuta y pequeña cavernícola.
En el lugar donde ella trabaja, piden bastantes servicios de transporte. Ayer me reporté y fue ella la que abrió la puerta y yo me hice como si no la viera. Me tocó agarrar el corazón y cerrar la boca porque se quería salir a darle un beso.

Creo que voy a tratar de dormir, espero no volver a soñar o sí, es lo mejor que me puede pasar, el sueño es una esperanza, que no es real, pero mantiene una ilusión en su lógica.

Gracias, ni le menciones mi nombre… Por ahora.

Carta #6
Final

—- Hola Janice.—
— Hola Silvana—-
—- Janice tengo una mala noticia que darte, sé que no te has enterado—
— No sé de qué me hablas, dime Silvana, por favor —
— El señor Gabriel murió anoche, los médicos dicen que fue un infarto, producto de un profundo pesar—
— ¡Anda! Cómo va ser tan dulce y tan poético que era—
—- Lo sé, Janice, pero a ti no te gustaba él, ni sus poemas

—Pa fregate Silvana, aquí sí te falló tu psicología. Yo lo trataba mal, para disimular.—
—- El me envió estás cartas, ¿las quieres leer?
— ¿Cartas? ¿Y eso?– ¿él se comunicaba contigo? Espero y no te haya enamorado jummm—
— No Janice, Lee, toma.
—-¡ No puede ser! ¡No puede ser! Me quería muchísimo —
— ¿Qué hago con estás cartas, Janice?
— No sé Silvana, pero no puedo con éste dolor. Te prometo que todos los días iré a su tumba a saludarlo, cueste lo que cueste. ¡Te lo prometo Silvana!–

Han pasado diez años y Janice ha sido puntual con su promesa, a veces por creernos indispensables, se finge un amor y se convierte en dolor.
Con su permiso señor Gabriel, comparto sus cartas para que a los enamorados les sirva de ejemplo.
¡ Ya para qué! Parece que ahora, verla a ella, a esa mujer pequeña y menuda ir todos los días a las 4 de la tarde al cementerio, no tuviese sentido, para ella, seguro tendrá un valor altísimo, ya tardío

Gracias señor Gabriel, usted murió feliz repleto de amor, así lo recordaré.

Ahhh imagínese, ahora Janice, es la que me ha empezado a enviar cartas . No sé si publicarlas.

Descanse en paz

Silvana Ballesteros
Psicóloga.