Los Ángeles vive una de sus peores tragedias recientes debido a los incendios forestales que azotan la región, dejando hasta el momento 11 fallecidos y miles de hectáreas destruidas. Según el Departamento Forense del condado, esta cifra podría aumentar a medida que los equipos de rescate accedan a las zonas más afectadas.
El incendio de Palisades ha sido el más devastador, arrasando con más de 8.626 hectáreas y con solo un 8 % de contención, según los bomberos. Este siniestro se perfila como uno de los desastres naturales más destructivos en la historia del condado. Por su parte, el incendio Eaton, cerca de Pasadena, ha consumido 5.550 hectáreas, con una contención mínima del 3 %.
Las autoridades han señalado que las condiciones meteorológicas, particularmente los vientos intensos conocidos como Santa Ana, han contribuido a la rápida propagación de las llamas. Aunque estos vientos han disminuido temporalmente, las alertas de bandera roja continuarán vigentes hasta el viernes, y se espera que los vientos retornen con fuerza el lunes.
El impacto de estos incendios es desolador. Las llamas han destruido hogares, desplazado a cientos de familias y complicado los esfuerzos de los cuerpos de emergencia que trabajan sin descanso para proteger vidas y bienes.
Mientras tanto, los residentes de las áreas afectadas se enfrentan a una difícil recuperación en medio de la incertidumbre y el temor de que la situación empeore en los próximos días. La comunidad espera que los recursos destinados al control del fuego sean suficientes para evitar una mayor tragedia.