Por: ROBERTO CARLOS DÍAZ SALINA
En el marco de la teorización curricular contemporánea, el corpus intelectual del Dr. Reynaldo Mora Mora emerge como una construcción epistemológica que problematiza la naturaleza del currículo como dispositivo semiótico-cultural. Su conceptualización del currículo como lenguaje mediador entre la praxis social y las dinámicas institucionales educativas representa una ruptura paradigmática con los modelos tecnocráticos hegemónicos.*Marco Teórico-Conceptual*La arquitectura teórica de Mora se fundamenta en una dialéctica curricular que integra las Problemáticas Sociales (PS) como núcleos generadores de significado pedagógico. Esta integración trasciende la mera contextualización superficial, constituyendo lo que podríamos denominar una «hermenéutica curricular situada» – un constructo que media entre las macroestructuras sociales y las microrealidades del aula.En contraposición al reduccionismo instrumental promovido por entidades reguladoras como el Icfes y el MEN, Mora articula una epistemología curricular democratizadora que privilegia la transformación social sobre la estandarización mecanicista. Este posicionamiento teórico se materializa en el Currículo Contextualizado y Pertinente (CCP), un dispositivo pedagógico que opera como catalizador de la construcción ciudadana y la axiología democrática.La conceptualización curricular del Dr. Reynaldo Mora Mora merece un análisis crítico fundamentado en el corpus teórico de la pedagogía contemporánea. A continuación, se desarrolla una crítica constructiva basada en referentes específicos:*1. La Dimensión Política del Currículo*Michael Apple, en «Ideología y Currículo» (2008), argumenta que «el currículo nunca es un conjunto neutral de conocimientos… siempre es parte de una tradición selectiva» (p. 47). Esta perspectiva resuena con la propuesta de Mora, aunque este último trasciende la crítica reproductivista al proponer mecanismos concretos de transformación. Como señala Apple en «Educación y Poder» (1997): «La escuela no es meramente un sitio de reproducción social y cultural… también es un espacio de posibilidades» (p. 124).Bourdieu y Passeron, en «La Reproducción» (2001), sostienen que «toda acción pedagógica es objetivamente una violencia simbólica en tanto que imposición» (p. 45). La propuesta de Mora dialoga críticamente con esta perspectiva al plantear lo que denomina «espacios de negociación curricular» que desafiaban las estructuras de dominación simbólica.*2. Pedagogía Crítica y Emancipación*Paulo Freire, en «Pedagogía de la Esperanza» (1993), enfatiza que «la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo» (p. 76). Mora amplifica esta visión al integrar las Problemáticas Sociales (PS) como núcleos generadores de significado pedagógico, aunque podría fortalecerse el aspecto metodológico de esta integración.Henry Giroux, en «Los Profesores como Intelectuales» (1990), argumenta que «los profesores necesitan desarrollar un discurso y conjunto de supuestos que les permitan actuar más específicamente como intelectuales transformativos» (p. 171). La propuesta de Mora sobre el Currículo Contextualizado y Pertinente (CCP) operacionaliza esta visión, aunque requiere mayor especificidad en sus mecanismos de implementación.*3. Currículo como Construcción Cultural*Shirley Grundy, en «Producto o Praxis del Currículum» (1998), plantea que «el currículum no es un concepto, sino una construcción cultural» (p. 19). Esta perspectiva encuentra eco en la propuesta de Mora, quien desarrolla lo que podríamos denominar una «arquitectura curricular culturalmente situada».Stenhouse, en «Investigación y Desarrollo del Currículum» (1984), argumenta que «el currículum es un intento de comunicar los principios esenciales de una propuesta educativa» (p. 29). Mora expande esta visión al incorporar dimensiones contextuales específicas, aunque podría fortalecerse la articulación entre teoría y práctica.*4. Perspectivas Interculturales y Decoloniales*Catherine Walsh, en «Pedagogías Decoloniales» (2013), sostiene que «la interculturalidad crítica debe entenderse como proyecto político, social, epistémico y ético» (p. 89). La propuesta de Mora resulta con esta perspectiva al plantear un currículo que legitima múltiples formas de conocimiento.Santos Boaventura de Sousa, en «Descolonizar el Saber, Reinventar el Poder» (2010), argumenta que necesitamos una «ecología de saberes» que reconozca la diversidad epistemológica del mundo (p. 67). El PCC de Mora operacionaliza parcialmente esta visión, aunque podría profundizarse en los mecanismos de diálogo epistémico.
*Conclusiones*
El legado teórico del Dr. Mora representa una contribución significativa a la epistemología curricular latinoamericana. Su conceptualización del currículo como lenguaje mediador y dispositivo transformativo ofrece herramientas analíticas y prácticas para repensar la educación en contextos de desigualdad y cambio social.La integración de las PS como eje articulador del currículo constituye una innovación teórico-metodológica que trasciende los límites tradicionales del diseño curricular, estableciendo nuevos paradigmas para la praxis educativa emancipadora.
*MSc. Roberto Carlos Díaz Salina
*Estudiante Doctorado en Ciencias de la Educación Universidad del Atlántico.