Científicos de EE.UU. desarrollan píldora experimental para reducir las emisiones de metano de las vacas

Un equipo de científicos de la Universidad de California en Davis está desarrollando una píldora experimental con el objetivo de reducir la emisión de metano de las vacas, un potente gas de efecto invernadero que contribuye significativamente al cambio climático. Este innovador proyecto busca modificar las bacterias intestinales del ganado vacuno para que produzcan menos metano, un gas que las vacas liberan principalmente a través de eructos.

El equipo de investigación ha realizado análisis detallados extrayendo líquido del rumen, el estómago de las vacas, para estudiar los microbios que convierten el hidrógeno en metano. Este proceso natural de fermentación ocurre en el sistema digestivo de las vacas, pero las bacterias que realizan esta conversión no son digeridas por los animales, lo que resulta en la emisión de grandes cantidades de metano.

Se estima que una sola vaca puede emitir hasta 100 kilogramos de metano al año, lo que representa una porción considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la ganadería. Para reducir esta cantidad, los científicos están probando una dieta suplementada con algas marinas en terneros, una estrategia que hasta ahora ha mostrado resultados prometedores. Las algas marinas parecen inhibir la producción de metano al alterar la actividad de las bacterias en el rumen.

Además, los investigadores están trabajando en la modificación genética de los microbios presentes en el estómago de las vacas para absorber el hidrógeno, bloqueando así la producción de metano en el proceso digestivo. Esta intervención ayudaría a «matar de hambre» a las bacterias productoras de metano, reduciendo su actividad sin afectar el bienestar de los animales.

Ermias Kebreab, profesor de ciencias animales de la UC Davis, destacó la importancia de esta investigación en el contexto del cambio climático. «Casi la mitad del aumento de la temperatura global hasta la fecha se debe al metano. Este gas permanece en la atmósfera durante unos 12 años, mucho menos que el dióxido de carbono, que persiste por siglos», explicó.

Si el proyecto tiene éxito, la reducción de las emisiones de metano podría tener un efecto positivo inmediato sobre la temperatura global, al contribuir a frenar el calentamiento del planeta más rápidamente.