El presunto plan secreto que tenía el presidente colombiano, Gustavo Petro, para mediar en la crisis política venezolana y llevar al país hacia una transición democrática y que buscaba lograr un acuerdo entre el chavismo y la oposición, fracasó y terminó siendo archivada, según fuentes cercanas al proceso.
El plan consistía en un documento elaborado en secreto con la ayuda del canciller Luis Gilberto Murillo y el embajador colombiano en Caracas, Milton Rengifo. Este acuerdo pretendía garantizar que los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela fueran respetados y que no hubiera represalias entre los bandos.
Petro, aprovechando su buena relación con el chavismo, presentó la propuesta a Nicolás Maduro, quien inicialmente mostró interés. Sin embargo, el escepticismo y la desconfianza de ambas partes complicaron las negociaciones.
A medida que se acercaba la fecha de las elecciones, el 28 de julio de 2024, la propuesta perdió fuerza. Un referéndum paralelo, planteado como una opción inicial, fue descartado por falta de tiempo y logística. Finalmente, se intentó un pacto entre Maduro y Edmundo González, el candidato opositor, pero el chavismo consideró la iniciativa como una «trampa» y se negó a firmarla.
Petro, junto con los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Andrés Manuel López Obrador, intentó retomar el diálogo en medio de la crisis poselectoral, proponiendo un gobierno de transición y nuevas elecciones con garantías. Sin embargo, estas iniciativas también fueron rechazadas por ambos bandos.
Actualmente, el documento original descansa en un cajón, acumulando polvo en la Casa de Nariño.