¿Modelo Char en Barranquilla se tambalea? Crisis empresarial y una deuda insostenible

Alejandro Char, alcalde de Barranquilla.

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

El alcalde Alejandro Char, figura clave de la política barranquillera y defensor de un modelo de desarrollo urbano basado en grandes obras financiadas por deuda, enfrenta graves señales de debilidad que ponen a ‘tambalear’ su estrategia. Durante un evento de infraestructura, Char resumió la postura de independencia de su administración: “Barranquilla hoy es prácticamente una república independiente”. Sin embargo, las cifras y críticas revelan que la situación es mucho más compleja.

Desde el 2016, la deuda pública de Barranquilla pasó de 663 mil millones a 3 billones de pesos, y el actual endeudamiento representa el 71% del presupuesto distrital. En lo que va de su gestión, Char solicitó nuevos créditos por 3 billones de pesos, de los cuales más del 30% están destinados a cubrir deudas heredadas. Estas maniobras financieras han sido respaldadas por la ley desde 2021, pero incrementan la presión sobre el panorama fiscal de la ciudad.

Empresarios y gremios alzan la voz

La presión no solo recae en la administración, sino también en los empresarios. Entre 2016 y 2023, el recaudo de impuestos se disparó un 96%, impulsado por ajustes tributarios que no siempre han sido consultados con los sectores productivos. “No es conveniente que decisiones tributarias de esta magnitud se tomen sin concertación”, señalaron más de diez gremios en un comunicado conjunto, en respuesta al aumento del impuesto de Industria y Comercio (ICA) y de alumbrado público en sectores clave como la construcción y la producción de cervezas.

Pese a las críticas, estos incrementos han generado un recaudo récord de 1,1 billones de pesos en el primer semestre de 2024, un 26% más que el año anterior. No obstante, el impacto sobre la competitividad preocupa. Según Fundesarrollo, “Barranquilla aplica la tarifa máxima permitida en algunos sectores, lo que representa una carga más alta que en ciudades como Bogotá y Medellín”.

Megaproyectos en descenso y tensiones políticas

Uno de los sellos del modelo Char ha sido la ejecución de grandes obras. Sin embargo, en su tercer mandato, estas han perdido escala. En 2016, se adjudicaron proyectos por 1,1 billones de pesos, mientras que este año, las cifras apenas alcanzan los 596 mil millones. Además, la relación con el gobierno nacional no ha sido favorable: los aportes de la Nación en 2024 apenas alcanzan 27 mil millones de pesos, muy por debajo de los promedios de años anteriores.

Char ha insistido en la autosuficiencia fiscal: “Esto se hace totalmente con la plata de los barranquilleros”. Sin embargo, voces como las de Antonio Celia, empresario local, alertan sobre el riesgo del alto endeudamiento y la necesidad de evaluar los beneficios reales de este modelo.

Competitividad y desafíos sociales

A pesar de la inversión per cápita de 3,1 millones de pesos, Barranquilla ocupa el octavo lugar en el Índice de Competitividad de Ciudades, con retos evidentes en infraestructura cultural, innovación y conectividad. Asimismo, indicadores como el desempleo (12%) y la informalidad (57%) superan los promedios nacionales.

En educación, aunque la transición a la educación superior ha mejorado, la deserción escolar y la repetición han crecido, reflejando desigualdades persistentes.

El fracaso de la seguridad en la Barranquilla de Char

La inseguridad se ha convertido en uno de los mayores retos para Barranquilla bajo la administración de Alejandro Char, quien llegó a la Alcaldía con la promesa de combatir la criminalidad y garantizar la tranquilidad de los ciudadanos. Sin embargo, las cifras y los hechos demuestran una realidad alarmante. Según información oficial, Barranquilla es hoy la tercera ciudad con mayor índice de criminalidad en Colombia, un dato que refleja el deterioro de las condiciones de seguridad en la ciudad y sus alrededores.

Durante su mandato, la Alcaldía de Barranquilla recibió 78 mil millones de pesos a través de la tasa de seguridad, un impuesto incluido en la factura de energía que ha generado controversia por su uso y efectividad. Según el convenio firmado entre la Alcaldía y la Gobernación del Atlántico, los recursos estaban destinados al fortalecimiento de la seguridad a través de la compra de vehículos, tecnología y equipamiento para la Policía Metropolitana. Sin embargo, al cierre de 2024, el balance es preocupante: de la inversión ejecutada, “59.454 millones de pesos no lograron reducir los índices de criminalidad”, dejando un remanente sin ejecutar y aplazando parte del convenio hasta enero de 2025.

Aumentan los homicidios y las extorsiones

Las cifras de criminalidad no solo son altas, sino que han ido en aumento. De acuerdo con datos suministrados por el DANE, en 2024 los homicidios incrementaron un 16,2% respecto al año anterior, registrándose aproximadamente 450 muertes violentas, incluidas masacres. Paralelamente, las extorsiones han crecido un 60%, generando desplazamientos forzados y afectando a sectores como comerciantes, docentes y transportadores, quienes se ven obligados a pagar cuotas impuestas por grupos delincuenciales.

La situación es aún más preocupante en municipios del área metropolitana como Soledad y Malambo, donde la incidencia delictiva ha aumentado pese a las millonarias inversiones en seguridad. Según un informe interno de la Alcaldía, gran parte de los actos criminales ocurren en estas zonas, lo que pone en duda la efectividad de los recursos destinados para combatir el crimen.

Críticas y sospechas sobre los recursos de seguridad

El fracaso en la reducción de los índices delictivos ha suscitado críticas tanto de la ciudadanía como de organizaciones sociales. El gasto en seguridad bajo la administración Char ha sido calificado como ineficiente, especialmente considerando que Barranquilla figura entre las 50 ciudades más peligrosas del mundo. Por su parte, la Defensoría del Pueblo ha emitido alertas tempranas sobre la operación de grupos armados como Los Costeños, Los Rastrojos y el Clan del Golfo, que actúan en la región en presunta alianza con carteles de narcotráfico.

A pesar de estas alarmas, los resultados en seguridad han sido escasos, lo que ha llevado a cuestionar la administración de los recursos. “Manifestar gastos tan elevados como 60 mil millones de pesos sin resultados es objeto de investigación por corrupción y posibles crímenes de lesa humanidad”, señalan voceros de organizaciones sociales.

La inseguridad y su impacto económico

La ola de violencia tiene un impacto directo en la economía local. Las extorsiones afectan especialmente a trabajadores independientes, pequeños empresarios y medianas empresas, quienes enfrentan dificultades para sostener sus operaciones. Este fenómeno no solo limita el crecimiento económico de Barranquilla, sino que también afecta los indicadores de empleo, aumentando la informalidad y el desempleo en la ciudad.

Un modelo en deuda con la seguridad

La gestión de Alejandro Char deja en evidencia que las grandes inversiones no siempre se traducen en mejoras tangibles. Si bien se han adquirido equipos y recursos tecnológicos para reforzar la capacidad operativa de los organismos de seguridad, la falta de resultados visibles en la reducción de la criminalidad genera dudas sobre la sostenibilidad del modelo de seguridad implementado en Barranquilla.

El futuro del modelo Char

El panorama sugiere que Barranquilla enfrenta una encrucijada. Si bien las obras han transformado la infraestructura física de la ciudad, los altos niveles de deuda y la creciente insatisfacción empresarial plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de este modelo. La dependencia de recursos locales para sostener inversiones y cubrir déficits podría limitar el margen de maniobra en el futuro cercano.

En un contexto donde la seguridad también es un desafío, con un aumento del 16,2% en los homicidios y del 60% en las extorsiones, la administración de Char enfrenta críticas sobre el uso de recursos asignados a este rubro.

La capacidad de Alejandro Char para ajustar su estrategia, disminuir tensiones con el empresariado y atraer apoyo nacional será clave para definir si este modelo podrá mantenerse o será necesario reconfigurarlo.

Con una inversión millonaria en seguridad, la gestión de Alejandro Char enfrenta críticas por el aumento de homicidios y extorsiones, dejando a Barranquilla entre las ciudades más peligrosas del país.

Y.A.