La reciente muerte de Iván José de la Rosa Gómez, acusado del feminicidio de Stefanny Barranco, ha conmocionado a la sociedad colombiana y reabierto el debate sobre la violencia de género y la salud mental en el sistema penitenciario. De la Rosa fue encontrado sin vida en su celda en la cárcel La Picota de Bogotá, donde se encontraba detenido por el brutal asesinato de su pareja, quien fue apuñalada en el centro comercial Santafé el 29 de mayo de 2024.
Según informes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), el presunto feminicida habría cometido suicidio utilizando una cuerda en un aparente acto de desesperación. Los guardias de la prisión informaron que, a pesar de estar bajo tratamiento psiquiátrico y haber intentado quitarse la vida en una ocasión anterior, no se habían reportado conflictos con otros internos ni indicios de consumo de alcohol en el momento de su fallecimiento. Sin embargo, la presencia de cuerdas y orificios en la viga de concreto de su celda ha generado inquietudes sobre las condiciones de seguridad en la prisión.
El caso de Stefanny Barranco, que dejó una profunda herida en su círculo cercano, ha suscitado un clamor social por la justicia y la protección de los derechos de las mujeres. La fiscalía había imputado a de la Rosa por feminicidio agravado, un cargo que él siempre negó, y enfrentaba una posible condena de más de 40 años de cárcel. Su muerte ha generado cuestionamientos sobre el manejo de los reclusos con problemas de salud mental y la responsabilidad del Estado en garantizar su bienestar.
Este trágico desenlace no solo resalta la urgencia de abordar la violencia de género en Colombia, sino que también pone de manifiesto la importancia de implementar políticas efectivas para la atención de la salud mental en las cárceles. La situación de Iván José de la Rosa y la historia de Stefanny Barranco son un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrenta la sociedad en su lucha por la equidad y la protección de las mujeres, y la necesidad de un enfoque integral para combatir la violencia en todas sus formas.