Electrovichada denuncia la falta de recursos girados por el Ministerio de Minas y Energía, afectando la continuidad del servicio eléctrico en la región.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
La situación en Puerto Carreño, Vaupés, es cada vez más crítica. Desde diciembre de 2024, la empresa Electrovichada ha estado alertando sobre los graves efectos de los retrasos en los giros de los recursos aprobados por el Gobierno Nacional. A pesar de las mesas de trabajo realizadas con la Dirección de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía y la empresa Terpel, no se han recibido los pagos que fueron autorizados, lo que ha dejado a la región sin luz y con una creciente preocupación por la estabilidad del servicio eléctrico.
En este momento, hay dos giros cruciales pendientes: uno de 1.600 millones de pesos a la empresa Refoenergy, aprobado desde marzo de 2024, y otro de 1.588 millones de pesos destinado al pago a Terpel, autorizado en octubre del año pasado. Estos retrasos han tenido un impacto devastador, especialmente en el sistema energético que depende de la generación de energía a través de biomasa y de la provisión de combustible. Sin los recursos necesarios, el funcionamiento de la planta y la continuidad del suministro eléctrico se ven comprometidos.
En un comunicado, Electrovichada destacó que la situación está afectando no solo la generación de energía local, sino también la economía de la región, debido a la falta de los subsidios que buscan equilibrar las tarifas de los usuarios. “Debido a que los subsidios pertenecientes a todos los usuarios, que tienen como objetivo compensar las diferencias tarifarias con el sistema interconectado nacional y que ya fueron otorgados a los usuarios a través de su operador de red, corresponden a más del 50% de la energía facturada para los estratos mayoritarios en esta zona”, explicaron desde la empresa.
La preocupación de la generadora de energía es latente, pues la región depende de una infraestructura energética que en estos momentos no puede operar a plena capacidad debido a la falta de los pagos comprometidos. Electrovichada enfatizó en que si no se resuelven los retrasos en los giros, la continuidad del servicio eléctrico se pondría en serio riesgo, afectando directamente a la población local.
«Se hace de suma importancia que estos valores como los de subsidios den recurso desde marzo de 2023, o los subsidios en electrocombustible desde septiembre de 2023 sean girados, porque el retraso en el giro de los mismos ahorca el flujo de caja de la electrificadora y afecta delicadamente la capacidad de mantener la operación donde se hace presencia», señalaron en el comunicado, indicando que esta situación está poniendo en aprietos la operación energética en una región que ya enfrenta dificultades por su ubicación geográfica y su dependencia de recursos importados.
A pesar de contar con una capacidad instalada de 4.4 Megavatios en Diésel y 4.5 MVA en Biomasa, las limitaciones financieras derivadas de la falta de pago impiden que se opere con la eficiencia necesaria. Este retraso no solo afecta el abastecimiento de electricidad, sino que también agrava la situación de los habitantes de la región, quienes se enfrentan a una falta de combustible que es esencial para el desarrollo de otras actividades económicas.
La crisis energética en Puerto Carreño refleja un problema estructural en la administración de los recursos públicos destinados a sectores cruciales como el de la energía. Aunque los subsidios y pagos están aprobados, la tardanza en su ejecución pone en evidencia deficiencias en los mecanismos administrativos que afectan directamente a los ciudadanos. Además, esta situación resalta la vulnerabilidad de las regiones apartadas que dependen de este tipo de apoyos para garantizar servicios esenciales como la electricidad. Es urgente que el Gobierno Nacional priorice estos giros para evitar que la crisis se profundice y afecte aún más a la población local.
Y.A.