Privilegios y visitas de alto perfil a reclusos en Barranquilla despiertan alarmas

Cárcel El Bosque de Barranquilla.

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

Una reciente solicitud de derecho de información presentada al INPEC ha puesto en el ojo del huracán a tres figuras controvertidas: Carlos Mattos, Jorge Luis Alfonso López y Emilio Tapia. Estos individuos, conocidos por su vinculación a casos de corrupción y crimen organizado, estarían gozando de supuestos privilegios como reclusos de la cárcel El Bosque de Barranquilla y en regímenes de casa por cárcel.

Amalfi Rosales Rambal, periodista de investigación, envió un derecho de petición amparada en el artículo 23 de la Constitución Nacional para exigir explicaciones al respecto. La comunicadora solicita que el INPEC responda a las siguientes inquietudes:

  1. Detallar las medidas de monitoreo y vigilancia implementadas para controlar las actividades de los mencionados reclusos.
  2. Presentar el registro de visitas, con especial énfasis en Carlos Mattos y Jorge Luis Alfonso López, quienes, según informaciones preliminares, reciben visitas de alcaldes, gobernadores, empresarios, congresistas y funcionarios judiciales.
  3. Precisar la lista de visitantes de Emilio Tapia, conocida figura en el escándalo de contrataciones públicas.
  4. Explicar el funcionamiento de las cámaras de seguridad en el centro carcelario y qué entidades supervisan estas grabaciones.

La solicitud también denuncia que los reclusos organizan constantes reuniones y fiestas, en las cuales presuntamente participan figuras de alto perfil. La periodista también ha señalado que entre los visitantes podrían encontrarse cabecillas de organizaciones criminales, lo que aumenta la preocupación sobre posibles actos de corrupción dentro del sistema penitenciario.

Este caso ha comenzado a generar reacciones en redes sociales, donde ciudadanos y organizaciones exigen respuestas tanto al INPEC como al Ministerio de Justicia. Además, instan a la Fiscalía General de la Nación a investigar si estas visitas y actividades violan las condiciones de reclusión.

En un país donde la confianza en las instituciones suele ser cuestionada, este caso pone en entredicho la transparencia y el control en los centros penitenciarios de Colombia. La opinión pública sigue atenta a las respuestas que puedan ofrecer las autoridades frente a esta preocupante situación.

Y.A.