Iba camino a su casa: Muere motociclista en Malambo tras sufrir siniestro vial en la noche del 1 de enero

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

La noche del 1 de enero marcó el trágico desenlace de un siniestro vial que dejó como víctima fatal a Miguel Ángel de las Salas Naranjo, un joven motociclista que regresaba a su casa en el municipio de Malambo, Atlántico. El fatal accidente ocurrió entre las 10:00 y 11:00 p. m., en la vía que conecta el municipio con la ciudad de Barranquilla, una carretera conocida por ser escenario de varios accidentes.

Según el relato proporcionado a un medio de comunicación local, Yajaira, su compañera sentimental, contó que Miguel había hablado con ella unas horas antes del siniestro. A las 7:00 p. m., le informó que ya venía de regreso de Santo Tomás, donde trabajaba en la contratista Claro. “Me pidió que le alistara el uniforme porque al día siguiente tenía turno temprano. También me pidió que le preparara una ‘bomba’ para que la prueba de alcohol le saliera negativa”, recordó Yajaira, visiblemente afectada.

A pesar de la cercanía de su retorno, el tiempo pasó y la llamada que todos esperaban nunca llegó. El sonido del motor de la moto que viajaba hacia su hogar se desvaneció en la madrugada, mientras los vecinos y Yajaira lo esperaban en la casa con un caldo y un pastel. “Nosotros lo esperamos hasta las 11:00 p. m. y nada. A las 12:00 a. m., me llamaron para darme la terrible noticia”, comentó Yajaira, entre lágrimas. El cuerpo de Miguel fue trasladado a la morgue en la Campbell, donde le realizaron las diligencias correspondientes.

El accidente ocurrió, según las autoridades, cuando Miguel perdió el control de su moto y terminó chocando contra un objeto, sufriendo golpes letales en la caja torácica y el abdomen. La rapidez con la que se presentó la tragedia dejó a todos en shock, especialmente a sus allegados que aún no pueden creer la partida de quien para muchos era un hombre de carácter alegre y generoso.

Miguel Ángel, apodado “Pacman” por sus amigos, dejó un vacío en su comunidad. Conocido por su amabilidad, su sonrisa y su carácter extrovertido, Miguel era considerado por todos como un excelente amigo y vecino. «Era de los que siempre estaba dispuesto a ayudar. Ahora nos deja con mucha tristeza, pero todos lo recordaremos como el hombre que siempre disfrutó la vida», expresaron varios de sus amigos, quienes con tristeza aseguran que la vida es impredecible y nadie está exento de una partida como la de Pacman.

En sus últimos días, Miguel había conversado con su compañera sobre cómo quería ser recordado. “Me dijo: ‘El día que me muera tiras una botella de ron encima del cajón’”, relató Yajaira, quien no podía contener las lágrimas al recordar esa irónica conversación. Los allegados a Miguel lo describen como un hombre lleno de vida, siempre dispuesto a hacer reír a los demás. Sin embargo, la vida le jugó una mala pasada y, a tan corta edad, su historia llegó a su fin en una carretera de Malambo.