Panamá: un milagro económico sin petróleo que impulsa a Latinoamérica

Panamá, con un crecimiento económico constante y sostenido durante los últimos 25 años, se consolida como un referente económico en América Latina. A pesar de no contar con petróleo como uno de sus activos principales, el país ha logrado posicionarse como un motor económico gracias a la estratégica gestión de sus recursos, particularmente el Canal de Panamá, por donde transita el 5 % del comercio marítimo mundial.

Con un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita que crece anualmente a un ritmo del 4.4 %, Panamá destaca como una economía resiliente. La ampliación y modernización del Canal ha incrementado significativamente los ingresos por peajes, consolidándolo como un pilar fundamental para el desarrollo nacional. Además, la Zona Libre de Colón ha jugado un papel clave, atrayendo inversiones extranjeras y dinamizando el comercio internacional.

El Banco Mundial resalta que Panamá es uno de los pocos países carbono-negativos en el mundo, capturando más carbono del que emite gracias a sus bosques. Sin embargo, este progreso se ve opacado por las desigualdades sociales que afectan a comunidades indígenas y afrodescendientes, quienes aún enfrentan limitaciones en el acceso a servicios básicos.

Entre 1991 y 2023, la pobreza en Panamá se redujo drásticamente del 48.2 % al 12.9 %. Sin embargo, la desigualdad sigue siendo un reto. Según proyecciones, la economía panameña podría desacelerarse al 2.4 % en 2024, aunque se espera un repunte a partir de 2025, si el país continúa siendo atractivo para la inversión extranjera.

En el plano internacional, el Fondo Monetario Internacional (FMI) subraya que Panamá posee el ingreso per cápita más alto de América Latina ajustado por Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), superando a naciones como Uruguay y Chile. Sin embargo, el organismo destaca que el crecimiento ha sido más lento en comparación con las economías asiáticas, señalando oportunidades para mejorar la productividad.

La nueva administración, encabezada por José Raúl Mulino desde julio de 2024, ha iniciado un ambicioso plan para garantizar la sostenibilidad fiscal, abordar desafíos estructurales y mejorar la resiliencia climática. Entre las medidas destacan la reforma del sistema de pensiones, la optimización de la administración tributaria y la mejora en la calidad del gasto público, acciones que buscan atraer más inversión y restaurar la confianza en la economía panameña.

Pese a las adversidades, Panamá sigue siendo un ejemplo de innovación, crecimiento y adaptación en una región marcada por los desafíos económicos.