El pasado domingo, Aguachica fue escenario de una trágica masacre en la que murieron Marlon y Yurlay, dos pastores de la localidad, junto con su hija Ángela Lora Rincón. La situación se ha tornado aún más sombría luego de que el personero del municipio, Nilson Hernández, revelara que Ángela había recibido llamadas amenazantes desde una cárcel en el país, antes de su trágica muerte.
Hernández, quien también es primo de la familia masacrada, compartió detalles con El Tiempo sobre las amenazas telefónicas que la joven comunicadora había recibido. Según el personero, aunque Ángela nunca le reveló el contenido exacto de las amenazas, le mencionó en varias ocasiones que había sido contactada por individuos desconocidos. El número desde el cual recibía las amenazas era un número asociado a cárceles, que también había sido utilizado para extorsiones.
«Me contó que la habían amenazado, y yo le pedí el número de teléfono. Al verificarlo, me di cuenta de que se trataba de un número de esos que se utilizan para extorsionar desde las cárceles. Yo mismo había recibido amenazas de ese número. Le pedí calma, porque su origen era desde una prisión, y le aseguré que no debía preocuparse», explicó Hernández.
Las amenazas comenzaron hace dos meses, cuando la joven recibió la primera llamada, y aunque hubo un tiempo en que no hubo más contactos, un mes atrás los agresores volvieron a comunicarse con Ángela.
Hernández también comentó que en el mismo período, él mismo había recibido varias amenazas y que, al ser familiar de las víctimas, buscó tranquilizar a Ángela, asegurándole que no se trataba de una amenaza inmediata.
La masacre dejó como víctimas mortales a Marlon, Yurlay y Ángela, mientras que el otro hijo de la familia, Santiago, lucha por su vida en un hospital. La Policía Nacional ha publicado un cartel con los posibles responsables del crimen y ha ofrecido una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que ayude a esclarecer el caso. Además, tanto la Alcaldía de Aguachica como la Gobernación del Cesar han tomado medidas para acelerar la investigación, la cual es seguida de cerca por el Presidente Gustavo Petro, quien ha exigido resultados rápidos.