El crédito rural, el más beneficiado con la baja en las tasas de interés.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
En un movimiento significativo, la Superintendencia Financiera anunció que la tasa de usura anual para los créditos de consumo y ordinarios en enero de 2025 será del 24,89 %, consolidando una reducción de más de 10 puntos porcentuales (pp) frente al mismo periodo del año anterior. Este ajuste representa un alivio considerable para los usuarios de estas modalidades de crédito, especialmente tras 21 meses de recortes consecutivos.
Además, esta nueva cifra se posiciona por debajo de la tasa vigente en diciembre de 2024, que había sido del 26,39 %. Según el organismo regulador, esta tendencia también beneficia a otras modalidades de crédito, aunque no todas experimentan reducciones de la misma magnitud.
Bajadas históricas en las tasas de crédito productivo
La caída más notoria se registra en el crédito productivo rural, con una disminución de 24,98 pp, pasando del 49,1 % en enero de 2024 al 24,12 % para enero de 2025. Este ajuste podría estimular la actividad agrícola y ofrecer un importante respiro financiero a los productores rurales.
De igual manera, los créditos productivos de mayor monto experimentarán una baja significativa, situándose en un 37,83 %, 4,98 pp menos que al inicio de 2024. En el caso del crédito productivo urbano, la tasa también desciende, reduciéndose 2,28 pp y ubicándose en un 51,89 %.
Subidas en otras modalidades: ¿Un efecto colateral?
A pesar de estas reducciones, no todas las noticias son positivas. Las tasas de usura para los créditos populares productivos han aumentado considerablemente. En el caso del crédito popular productivo rural, la tasa se disparó hasta un 78,3 % (+15,51 pp), mientras que la del crédito popular productivo urbano llegó al 88,29 % (+23,62 pp).
Estas modalidades, que suelen ser consideradas de alto riesgo por las entidades financieras, se ven menos beneficiadas por las reducciones, manteniendo tasas elevadas que podrían dificultar el acceso al crédito para los sectores más vulnerables.
Interés bancario corriente: Una base clave para las tasas
El interés bancario corriente para los créditos de consumo y ordinarios también muestra una tendencia a la baja, con una tasa certificada por la Superintendencia Financiera del 16,59 % efectivo anual para enero de 2025. Este nivel representa una disminución de 100 puntos básicos frente al 17,59 % registrado en diciembre de 2024.
De forma similar, las tasas de interés bancario corriente para créditos productivos de mayor monto, rurales y urbanos también se ajustaron a la baja, quedando en 25,22 %, 16,08 % y 34,59 %, respectivamente. Sin embargo, los créditos populares productivos mantuvieron tasas elevadas, con un interés bancario corriente del 52,20 % para la modalidad rural y del 58,86 % para la urbana.
¿Qué implican estas variaciones para la economía colombiana?
Las reducciones en las tasas de usura son una señal positiva para el mercado financiero, ya que facilitan el acceso al crédito y disminuyen la carga financiera de los consumidores y sectores productivos. Especialmente para los productores rurales, esta medida podría representar un impulso significativo para la recuperación económica en un sector históricamente rezagado.
No obstante, las tasas elevadas en las modalidades populares productivas revelan que el sistema financiero sigue percibiendo altos niveles de riesgo en estos segmentos, limitando las oportunidades para microempresarios y pequeños productores. Este desequilibrio plantea interrogantes sobre la necesidad de estrategias que permitan reducir el costo del crédito en estos sectores sin comprometer la sostenibilidad del sistema financiero.
En conclusión, mientras que la reducción de tasas beneficia a la mayoría de los usuarios, aún queda trabajo por hacer para garantizar un acceso más equitativo al crédito en Colombia.
Y.A.