El narcotraficante Óscar Camargo Ríos, conocido como alias Pichi, fue recapturado el pasado 9 de diciembre en un operativo de la Policía Nacional, tras haber escapado el 10 de octubre de 2024 de un lujoso conjunto residencial en Medellín. La recaptura tuvo lugar en la vereda El Noral, en el municipio de Copacabana (Antioquia), donde el criminal fue detenido junto a sus dos escoltas, quienes también fueron capturados.
Alias Pichi, considerado el “Pablo Escobar” santandereano, había gozado de ciertos privilegios durante su condena, pero luego de múltiples violaciones a las condiciones de su encarcelamiento, perdió estos beneficios. Actualmente, cumple una sentencia de siete años y medio por concierto para delinquir en la cárcel de máxima seguridad Cómbita, ubicada en Boyacá. Según el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), su celda es modesta y carece de privilegios, estando bajo constantes requisas para evitar nuevas fugas o actos de corrupción.
El narcotraficante, conocido por su vinculación con la banda Los San Rafa y su influencia en las rutas del narcotráfico, ha tenido un largo historial criminal que incluye varias fugas de prisión. Su recaptura fue posible gracias a un trabajo conjunto entre las autoridades, quienes en octubre revocaron su prisión domiciliaria tras conocer rumores sobre su fuga. A pesar de haber estado en prisión domiciliaria en 2019, su actividad criminal no cesó, y continuó generando grandes ingresos mediante el tráfico de drogas.
Tras su arresto en diciembre, alias Pichi fue trasladado bajo estricta custodia a la cárcel de Cómbita, donde enfrenta nuevos cargos relacionados con su fuga y porte ilegal de armas. Las autoridades continúan investigando sus conexiones con carteles internacionales de narcotráfico.
