En una histórica decisión, el Consejo de Estado ha fallado en contra de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, el municipio de Fundación y el Instituto de Tránsito y Transporte de Fundación, declarando a estas entidades civil, administrativa y patrimonialmente responsables por los perjuicios causados durante la conflagración de la buseta de placas UV8-556, que se produjo el 18 de mayo de 2014. La tragedia, que marcó al país, cobró la vida de 33 niños y un adulto.
La tragedia ocurrió cuando la buseta, que transportaba a un grupo de niños, sufrió un incendio mientras se desplazaba por la vía. El siniestro resultó en la muerte de varios menores de edad y dejó a muchas otras personas con graves secuelas físicas y psicológicas. Tras años de investigación, el Consejo de Estado determinó que la responsabilidad recaía en las tres entidades involucradas, que no tomaron las medidas adecuadas para prevenir la tragedia.
La Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, propietaria de la buseta, el municipio de Fundación, que no garantizó las condiciones adecuadas de seguridad vial, y el Instituto de Tránsito y Transporte de Fundación, encargado de regular y velar por el cumplimiento de las normas de tránsito, fueron considerados responsables de los daños causados. La decisión del Consejo de Estado implica que estas instituciones deberán asumir las consecuencias de su negligencia, compensando a las víctimas y sus familias por el sufrimiento causado.
Este fallo marca un precedente importante en la jurisprudencia del país, al señalar la responsabilidad de las entidades públicas y privadas en incidentes de este tipo, y resalta la necesidad de reforzar los mecanismos de seguridad y control en el transporte público para evitar tragedias similares en el futuro.