(Editorial) ¡Feliz Navidad!

Foto: referencia.

Más allá del espíritu religioso que aún conserva la celebración de la Navidad en los hogares de los colombianos,  independientemente de los repletos almacenes y centros comerciales en busca de los aguinaldos, sin lugar a dudas se trata de una época cuyo ambiente festivo sigue siendo un largo día que comprende del 24 al 25 de diciembre, en el cual cada quien cuenta sus bendiciones y desde los niños hasta los mayores, han esperado impacientes esta fecha. En realidad, la Navidad siempre ha sido y así seguirá siendo, la época de los balances del año de cada familia, ojalá sea una realidad el anuncio del ELN consistente en un cese al fuego para estos días finales de 2024 y primeros de 2025.

Nunca ha sido fácil vivir una infancia en un mundo que no siempre es justo con los menores. Según el evangelio de Mateo, José, aquel padre adoptivo de Jesús, al mismo que los colombianos le rezamos las novenas, en la medianoche despertó a su esposa María, tomó a su hijo en brazos y huyo a Egipto después que un ángel de Dios le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”.

Como se sabe, sobre Herodes recae aquella negra historia de la denominada matanza de los inocentes, de todos los recién nacidos, en busca de Jesús.

En la fecha de hoy no estaría de más acudir a este registro bíblico para situarnos en la actualidad para pensar en la niñez de hoy en día, porque si algo ha sido lamentable de este 2024 es el hecho de que miles de menores de edad hayan sufrido los embates de la violencia sin ninguna compasión y no haber contado con nadie que los rescatara del reclutamiento de que hoy en día son víctimas cantidades de niños y niñas en Colombia.

Seguramente que cada familia tendrá,  hoy y mañana, su propia Navidad; allí donde haya suerte y allí donde haya Estado, los buenos padres podrán hacer lo posible para crearles a sus hijos la ilusión de que hay un día en el que todos los amores son correspondidos y aquellos seguramente notarán que están a salvo.

Esta fecha, donde se comparte y se interpreta con sumo cuidado el núcleo familiar por excelencia, es también la oportunidad para pensar en el futuro de la sociedad que se levanta en la actualidad.

Qué camino les estamos abriendo a los niños, a muchos que nacen en esos ambientes similares a los humildes pesebres y a tantos más; indiscutiblemente esta pudiera constituirse en una reflexión que bien se puede hacer en medio de las fiestas de hoy 24 de diciembre y de las muestras permanentes de generosidad.

Si bien es cierto que el Gobierno Nacional se ha mostrado preocupado y dispuesto a librar del conflicto armado a los niños y se ha emprendido una campaña para impedir el reclutamiento de menores, es claro así mismo, que no se ha encarado el problema con la convicción que requiere ni se ha expresado con vehemencia su rechazo a esa barbarie, que no respeta edad –una buena noticia al respecto es que el ELN anunció un paro armado para estos días–. 

También sabemos perfectamente que la prioridad de nuestra sociedad tiene que ser la de conseguir que cada menor de edad esté a salvo en el seno de su familia.

Diario LA LIBERTAD desea a sus innumerables lectores una Feliz Navidad.