Cuando hablamos de los derechos de los niños cuyos padres son de escasos recursos económicos hay que poner mucho cuidado, para que se aplique la teoría consignada en nuestra Carta Magna, en los Actos Legislativos, las Leyes, los códigos, en los programas estatales y los organismos del Estado dedicados a esa finalidad; por eso hay que tener mucho cuidado sobre este tema, pero para solucionarlo en el año venidero.
Y no de cualquier manera sino con buena alimentación –lo cual se prometió con la creación del tan cuestionado Plan de Alimentación Escolar–PAE; con educación, salud, recreación, seguridad y todo cuanto contribuya a una formación que tenga como meta el desarrollo integral de los menores estudiantes.
Por eso mismo cuando en LA LIBERTAD hablamos de los niños, de la necesidad de cuidarlos y amarlos, de rodearlos de protección y de cariño y de endurecer las penas para aquellos que vulneren sus derechos, nos anima el deseo de trabajar mucho más para cumplir el sueño: que todos los niños, niñas y adolescentes de Colombia en general, vivan en sus hogares, tengan educación, buena alimentación, afecto y recreación, y empiecen a forjarse como los mejores colombianos del mañana.
De ahí que haya generado entre los colombianos gran expectativa la noticia conocida recientemente en el sentido de que las Asociaciones de Padres de Familia y las Juntas de Acción Comunal podrán operar el tan cuestionado PAE, tal como lo establece el Decreto 0846 del 29 de mayo de 2023, cuyo espíritu es el de beneficiar a los menores estudiantes de las zonas rurales dispersas de todo el territorio colombiano.
En gran parte del texto del Decreto al que hoy hacemos referencia se enfatiza a las Entidades Territoriales Certificadas en Educación conocidas como las ETCE, la inminente necesidad de realizar una estricta planeación del tan importante Programa de Alimentación Escolar -PAE, con el único y exclusivo propósito de garantizar la prestación del referido servicio alimentario desde el primer día del calendario escolar de 2025 y sin ninguna interrupción durante todo el periodo de cada año, para lo cual de acuerdo a lo anunciado por el actual Gobierno se contará con los recursos económicos indispensables.
Esta iniciativa a la que hoy hacemos referencia, condensada en el Decreto antes mencionado, se constituye en una de las propuestas del actual Gobierno, a través del Plan Nacional de Desarrollo, conocido como ‘Colombia potencia mundial de la vida’, el que consiste en incrementar el número de complementos alimenticios que se preparan directamente en las instituciones educativas y que esto se constituya en una oportunidad para que se mantengan las costumbres alimenticias de cada región de Colombia.
Este Decreto permitirá un PAE más cercano a las comunidades académicas, con mayor pertinencia territorial y generador de dinámicas económicas locales, conclusiones a las que se pueden llegar, de acuerdo al contenido de la mencionada norma.
En realidad, el espíritu del referido Decreto contempla un esfuerzo por mejorar la alimentación de los estudiantes en áreas rurales dispersas en todo el territorio nacional.
Lo que no se puede seguir permitiendo es que particulares se estén lucrando con las necesidades básicas de los niños más necesitados, pues estos alimentos están dirigidos a los de más escasos recursos.
Para muchos de estos menores estudiantes, esa ración alimenticia que se les está suministrando, se constituye en la única diaria.
Se espera que en el próximo año lectivo de 2025 este gran programa conocido como el PAE sea una verdadera realidad para beneficio especial de los estudiantes.