Crónica de Álvaro Cotes Córdoba
En los 39 años que llevo ejerciendo el periodismo en Santa Marta, de los cuales en 33 estuve cubriendo noticias de crónicas rojas, es decir, hasta el año 2018, cuando me retiré del periódico El Informador, solamente se había presentado el caso de un asesinato contra un ciudadano residente de orígen chino en la ciudad.
Como es sabido por todos los samarios y más de la vieja guardia, los chinos en Santa Marta siempre se han dedicado al comercio. Inicialmente, antes de que llegaran los cachacos, ellos eran los dueños de todas las tiendas. Hoy no tienen ninguna, pero son los dueños de todos los restaurantes de comidas chinas de la ciudad.
Y durante ese tiempo de mi ejercicio periodístico nunca ví ni siquiera un sepelio de un conciudadano chino en la urbe, razón por la cual varios nos preguntábamos muchas veces si acaso ellos no se morían o si lo hacían, como es natural, dónde los sepultaban, porque yo que viví más de la mitad de mi vida cerca del cementerio principal de Santa Marta, el San Miguel, jamás pude encontrar allí una tumba de ellos. Alguien me dijo un día que detrás de la iglesia San Francisco quedaba el cementerio de ellos, oculto dentro de una antigua casa grande que conservaba su fachada colonial, para ayudar al camuflaje del cementerio, pero nunca lo pude comprobar.
El primer caso del chino asesinado en Santa Marta durante los últimos cuarenta años, ocurrió en el año 2017, dentro de un restaurante de comidas chinas que quedaba en la calle 30, entrada al barrio Primero de Mayo.
Ese día, 23 de mayo, después de las 6:00 de la noche, entraron al restaurante de nombre Taiwán, cinco hombres, para robarles a los presentes, pero el dueño del restaurante, identificado como Huashan Li, trató de ahuyentarlos con un cuchillo y uno de los asaltantes sacó un revólver y le disparó dos veces, hiriéndolo mortalmente en el tórax y la cara, lesiones que le apagaron la vida minutos más tarde en la clínica donde había sido conducido.
Un año después, los responsables y sobre todo quien le disparó, fueron capturados por la Policía de la ciudad, luego de una investigación exhaustiva que duró un año.
Ayer 20 de diciembre del presente año, el cual está a 11 días de acabarse, sucedió el segundo asesinato de un chino en Santa Marta. Y ocurrió también durante un atraco, perpetrado por seis delincuentes que se movilizaban en tres motos.
En este segundo caso, la víctima fue el joven comerciante chino, Wu Weili, quien era el administrador del restaurante chino Long Hang que está en el centro comercial Buenavista de la capital del Magdalena.
Wu Weili iba en un taxi, cuando fue interceptado por los seis atracadores y durante la conducta delincuencial, le dispararon a él y al taxista, resultando lesionados ambos, pero el joven chino falleció poco después.
En este segundo asesinato de un chino en Santa Marta, las autoridades ofrecieron de recompensa 100 millones de pesos por información que conduzca a las capturas de los seis responsables, por lo que se espera caigan en un tiempo muy corto, incluso más rápido que los cinco responsables del asesinato del primer chino en la ciudad, capturados un año después.
