El levantamiento del pico y placa y el aumento en las tarifas han generado malestar entre conductores y usuarios, quienes expresan preocupación por la falta de representatividad y las condiciones actuales.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
En Santa Marta, los taxistas han alzado la voz sobre las recientes medidas adoptadas por la Alcaldía, que incluyen el levantamiento del pico y placa y la actualización de las tarifas. Aunque estas decisiones buscaban aliviar la situación del gremio, los conductores consideran que las soluciones no son efectivas y, en algunos casos, agravan los problemas existentes.
Un taxista samario, describió en diálogo con Noticias con Libertad la situación como “crítica, crítica, crítica” y señaló: “Si ahora levantaron el pico y placa, la situación se nos va a complicar más, porque salen todos los taxis a trabajar, entonces ni para el uno ni para el otro. Más vale que hubieran dejado esa restricción”.
El incremento en los costos operativos, especialmente en el precio del gas, también ha sido motivo de queja. Edimer Ahumada, otro conductor, explicó que llenar el tanque ahora cuesta $60.000, un aumento significativo respecto a meses anteriores. “El aumento de $300 en las tarifas no le veo beneficio. Es como un ‘calentillo’ que le están dando al conductor. No nos alcanza para cubrir los gastos diarios”, afirmó.
A esta problemática se suma la percepción de abandono por parte de las autoridades locales. “Nosotros no tenemos representantes, no nos consultan las medidas, simplemente las imponen y nos toca cumplirlas”, lamentó Ahumada, quien cree que los únicos beneficiados son los dueños y administradores de taxis.
Por su parte, los usuarios también expresaron descontento con la actualización tarifaria. Algunos denunciaron abusos en los precios cobrados: “A veces exageran; me han cobrado $15.000 por trayectos cortos”, comentó un ciudadano.
Mientras tanto, el sector turístico, una de las principales fuentes de ingresos para los taxistas, no parece brindar alivio. Según el primer conductor entrevistado, el turismo que llega a Santa Marta es “de media cuchara”, mientras los turistas con mayor capacidad económica optan por destinos como Palomino o hoteles fuera del casco urbano.
La esperanza de los conductores es que las condiciones mejoren para las festividades de fin de año. Sin embargo, entre cuentas que no cuadran y expectativas bajas, el panorama sigue siendo incierto para quienes dependen del volante en la ciudad.
Y.A.