CIDH exige justicia y reparación por la desaparición de exguerrilleros del EPL en 1995

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó una condena contra el Estado colombiano por la desaparición forzosa de los exguerrilleros Jhon Ricardo Ubaté y Gloria Mireya Bogotá, miembros del Ejército Popular de Liberación (EPL), quienes se desmovilizaron en 1991. La desaparición de ambos ocurrió el 19 de mayo de 1995, después de ser detenidos por agentes de la Policía Nacional en la Clínica Tequendama de Cali, y nunca más se supo de su paradero. Este fallo es una victoria para las familias de las víctimas, que lucharon durante más de 29 años para obtener justicia.

El tribunal señaló que esta desaparición forzada se produjo en el contexto de una fuerte persecución contra excombatientes del EPL, en el marco del conflicto armado interno que vivió el país durante los años 90, en el que se cometieron graves violaciones a los derechos humanos. “La desaparición de los excombatientes se dio en un contexto de persecución en su contra a excombatientes del EPL y en el marco de un conflicto armado interno donde existió violencia impulsada por el Estado y graves violaciones a los derechos humanos”, expresa la sentencia de la CIDH.

Además de responsabilizar al Estado por el acto de desaparición forzosa, la CIDH también declaró responsable al gobierno colombiano por no haber investigado adecuadamente las amenazas que recibieron los familiares de las víctimas después de los hechos. La Corte advirtió que la falta de investigación e impunidad en estos casos contribuyó a perpetuar la violación de los derechos de las víctimas y sus familias.

Como parte de la reparación ordenada, la Corte Interamericana instruyó al Estado colombiano a continuar con la investigación de los responsables, judicializarlos y sancionarlos. Además, se ordenó avanzar en la búsqueda de los cuerpos de los desaparecidos y la creación de un espacio de memoria para recordar a las víctimas y asegurar que estos crímenes no queden en el olvido.

El caso de los exguerrilleros Ubaté y Bogotá ha sido emblemático debido a la lucha incansable de sus familias, quienes no cesaron en su búsqueda de justicia a lo largo de casi tres décadas. La condena de la CIDH llega después de años de denuncias y movilizaciones por parte de los familiares, quienes exigieron al Estado una respuesta por la desaparición de sus seres queridos, perpetrada por miembros de la Unidad Antiextorsión y Secuestro (UNASE) de la Policía Nacional.

El Tribunal Interamericano subraya que este crimen no fue aislado, sino parte de un patrón de desapariciones forzadas que fueron cometidas directamente por agentes estatales en la década de los 90. «Este hecho se inscribe en un contexto de desapariciones forzadas cometidas directamente por agentes estatales en la década de los 90», señaló la Corte.

Según el informe de la CIDH, “Richard” (como era conocido Jhon Ricardo Ubaté) era un exmiembro del EPL que, al momento de su desaparición, estaba realizando un destacado trabajo social en el sector de Siloé (Comuna 20 de Cali), donde se estaban produciendo numerosas violaciones a los derechos humanos, las cuales él mismo había denunciado pocos días antes de ser detenido y desaparecido.

Este fallo de la CIDH no solo reitera la responsabilidad del Estado colombiano por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto armado, sino que también destaca la importancia de la memoria histórica y la justicia para las víctimas y sus familias, quienes durante años han luchado por un reconocimiento oficial de los crímenes cometidos. Aunque la condena representa un paso significativo en el camino hacia la justicia, la implementación de las medidas de reparación y la localización de los cuerpos sigue siendo una tarea pendiente para las autoridades colombianas.

Y.A.