La defensora del Pueblo, Iris Marín, denuncia que la designación «abandona a las mujeres y a las niñas».
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
La reciente designación de Daniel Mendoza, creador de la serie Matarife, como nuevo embajador de Colombia en Tailandia, ha generado una ola de críticas, encabezadas por la defensora del Pueblo, Iris Marín, quien calificó la decisión como una muestra de abandono a las mujeres y niñas del país.
En un contundente pronunciamiento, Marín cuestionó los antecedentes públicos de Mendoza, quien, según ella, ha realizado declaraciones apologéticas sobre relaciones sexuales con niñas, bajo circunstancias que incluyen el uso de drogas y estados alterados de conciencia. «Eso NO es amor, son modalidades de violencia sexual contra la mujer y, peor aún, contra las niñas. Es un delito, y los pronunciamientos del señor Mendoza son apologéticos del mismo», afirmó Marín.
La defensora del Pueblo recordó que el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, en su interpretación del artículo 19 de la Convención de los Derechos del Niño, define el abuso sexual como cualquier actividad impuesta por un adulto a un niño, lo que constituye un delito que debe ser condenado y prevenido.
Además, señaló que el nombramiento contradice las recomendaciones internacionales para proteger a la niñez, entre ellas la reducción del acceso al alcohol y las drogas, y la implementación de programas educativos que combatan las actitudes que toleran la violencia contra los menores. «Las medidas educativas deben fomentar un debate abierto sobre la violencia, en particular con la participación de los medios de comunicación y la sociedad civil», añadió Marín.
En sus declaraciones, Marín fue enfática en que este nombramiento desconoce las cifras alarmantes de violencia sexual en Colombia, donde el 87% de los dictámenes medicolegales por este delito corresponden a mujeres, principalmente menores de edad. «El Gobierno no se puede convertir en una dolorosa caricatura que ilustre la cultura violenta promovida por altas autoridades», subrayó.
Asimismo, varios sectores políticos y la Asociación de Funcionarios de Carrera Diplomática se unieron a las críticas, argumentando que la decisión afecta gravemente la imagen del servicio exterior colombiano. La asociación expresó su preocupación sobre cómo esta designación podría desacreditar la profesionalidad del cuerpo diplomático del país.
La defensora del Pueblo concluyó sus declaraciones asegurando que esta acción contradice los discursos del gobierno de Gustavo Petro sobre el rechazo a la violencia de género y promueve, en cambio, una tradición que perpetúa el machismo y la desigualdad. «Esto desprotege al pueblo, a las personas más desaventajadas, abandona a las mujeres y a las niñas, y falla incluso a quienes dentro del gobierno luchan por la igualdad de género», sentenció Marín.
Y.A.