La designación de Daniel Mendoza como embajador de Colombia en Tailandia ha generado un amplio rechazo entre sectores políticos, diplomáticos y sociales, quienes califican la decisión como perjudicial para la imagen del país.
Cerca de 150 figuras públicas, entre ellas políticos, líderes gremiales, periodistas y artistas, enviaron una carta al canciller Luis Gilberto Murillo exigiendo la revisión de este nombramiento. Según los firmantes, las publicaciones de Mendoza en redes sociales contienen mensajes ofensivos hacia las mujeres y menores de edad, además de promover un discurso que consideran incompatible con los principios éticos que debe representar un embajador.
En la carta, las excancilleres Marta Lucía Ramírez y María Consuelo Araújo destacaron que la decisión es “inaceptable e inverosímil” y criticaron el respaldo tanto del presidente Gustavo Petro como del canciller Murillo. “Este nombramiento es una afrenta al prestigio del servicio diplomático colombiano y una contradicción con la política exterior feminista que dice promover el Gobierno”, argumentaron.
Por su parte, el presidente Petro defendió la designación de Mendoza, conocido por ser creador de la serie Matarife, lo que ha intensificado la polémica. La Procuradora General, Margarita Cabello, también expresó su oposición, asegurando que Mendoza no cumple con los estándares éticos necesarios para ocupar un cargo diplomático de esta envergadura.
El descontento ha llegado al Congreso, donde se radicó una moción de censura contra el canciller Murillo por esta polémica decisión. Los críticos insisten en que permitir que Mendoza represente al país en el exterior atenta contra los valores de respeto y dignidad que el Gobierno debería defender.
Mientras crece la presión para revertir la designación, la Cancillería enfrenta cuestionamientos sobre la coherencia de sus políticas y la reputación internacional de Colombia en un momento clave para las relaciones exteriores del país.