La discusión sobre la Ley de Financiamiento, clave para recaudar 10 billones de pesos en 2025, genera dudas ante la falta de mayorías claras en Senado y Cámara.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
La reforma tributaria, una de las propuestas más polémicas del actual Gobierno, enfrenta esta semana un desafío crucial en el Congreso de la República. Este miércoles, las Comisiones Económicas del Senado y la Cámara de Representantes se reunirán para debatir el proyecto que busca recaudar aproximadamente 10 billones de pesos adicionales en el 2025. Sin embargo, las mayorías necesarias para su aprobación no están garantizadas, y la balanza podría inclinarse hacia un desenlace adverso para el Ejecutivo.
Un Senado dividido
El escenario en el Senado luce particularmente complicado. En la Comisión Tercera, se estima que ya hay ocho votos firmes en contra del proyecto. Según fuentes cercanas al proceso legislativo, este número podría aumentar a 10 o 11 votos negativos si dos o tres congresistas indecisos terminan rechazando la iniciativa gubernamental.
Ante esta situación, el Gobierno se encuentra en una carrera contra el tiempo para persuadir a al menos un parlamentario y así revertir la tendencia en su contra. Un solo voto sería suficiente para garantizar la mayoría requerida y, con ello, la aprobación de la Ley de Financiamiento.
En cuanto a la Comisión Cuarta, el panorama no es menos ajustado. Actualmente, se proyecta una votación de 8 contra 7, lo que significa que la decisión de un solo congresista podría cambiar el rumbo del proyecto, ya sea hacia su aprobación o su hundimiento.
Cámara de Representantes: Un panorama mixto
En la Cámara de Representantes, el Gobierno parece tener una posición más favorable, al menos en la Comisión Tercera. De los 31 integrantes, se prevé que solo 13 votarían en contra, lo que dejaría la mayoría necesaria para avanzar con la reforma.
Sin embargo, la situación en la Comisión Cuarta es menos clara. Algunas proyecciones apuntan a que 16 de los 29 miembros votarían en contra, lo que podría frenar el proyecto. Otras fuentes, sin embargo, señalan que solo habría 14 votos negativos, lo que daría una ventaja al Gobierno.
Una votación reñida
Lo que parece evidente es que la votación será extremadamente ajustada, tanto en el Senado como en la Cámara. El Gobierno está desplegando todos sus esfuerzos para garantizar que el proyecto supere este primer debate. De lograrlo, podría incluirse en las sesiones extraordinarias previstas para la próxima semana, con el objetivo de que la reforma esté aprobada antes del 31 de diciembre, un plazo crucial para su implementación.
Así las cosas, la discusión de la reforma tributaria pone en evidencia las tensiones políticas y la complejidad de alcanzar consensos en el Congreso. Más allá de los números, este proyecto refleja los desafíos que enfrenta el Gobierno para lograr el respaldo de las bancadas, especialmente en temas de alto impacto como el recaudo tributario.
Además, el estrecho margen en las votaciones proyectadas muestra la falta de cohesión política y cómo las decisiones de unos pocos legisladores pueden definir el futuro de políticas clave. Esto no solo evidencia la dificultad de construir mayorías sólidas, sino también la necesidad de un mayor diálogo con las fuerzas políticas para evitar un posible revés legislativo.
Por último, la urgencia de aprobar la reforma antes de que finalice el año subraya la presión temporal que enfrenta el Ejecutivo, lo que podría complicar aún más la negociación con los congresistas indecisos. Este miércoles será decisivo no solo para la reforma, sino también para la capacidad del Gobierno de consolidar su agenda económica.
Y.A.