Durante el 2024 el dengue dejó  12,6  millones de casos y más  7.700 muertes en América

América enfrenta en 2024 la epidemia de dengue más grave registrada en su historia, con 12,6 millones de casos y 7.713 muertes confirmadas hasta la fecha, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Estas cifras, que triplican las del año anterior, reflejan la magnitud de un problema sanitario que ha golpeado especialmente a países como Brasil, Argentina, Colombia y México, responsables del 88 % de las muertes.

Impacto en la población infantil

El dengue ha mostrado ser particularmente peligroso para los niños. En Costa Rica, México y Paraguay, más de un tercio de los infectados son menores de 15 años, mientras que en Guatemala, el 70 % de los fallecidos son menores de edad.

Jarbas Barbosa, director de la OPS, señaló que eventos climáticos extremos, como sequías, inundaciones y temperaturas más altas, han favorecido la proliferación del mosquito transmisor Aedes aegypti, lo que explica la expansión de la enfermedad incluso a territorios no tradicionales, como Estados Unidos.

“Este año hemos enfrentado la mayor epidemia de dengue en las Américas desde 1980”, afirmó Barbosa, alertando que el cambio climático ha creado condiciones ideales para el desarrollo del mosquito.

Aumento de la fiebre Oropouche

Además del dengue, la OPS destacó un aumento preocupante en los casos de fiebre Oropouche, transmitida por jejenes infectados. Con 11.600 casos reportados en 2024, mayormente en Brasil, esta enfermedad plantea nuevos desafíos, incluyendo investigaciones sobre posibles casos de transmisión de madre a hijo.

Aunque el impacto del brote de fiebre Oropouche es menor en comparación con el dengue, Barbosa subrayó la necesidad de atención inmediata debido a su propagación geográfica y posibles complicaciones graves.

La OPS instó a los gobiernos y ciudadanos a reforzar las medidas preventivas, como eliminar criaderos de mosquitos, garantizar el acceso a servicios de salud y priorizar la protección de las poblaciones más vulnerables.

El avance de estas enfermedades evidencia la creciente urgencia de abordar el cambio climático y su impacto en la salud pública a nivel global.