El ministro de Hacienda, Diego Guevara, anunció la reducción del cálculo inicial de $12 billones, destacando modificaciones como el retiro del impuesto a juegos de azar y la inclusión de nuevas medidas fiscales.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
El debate en torno a la reforma tributaria, también conocida como ley de financiamiento, ha comenzado con ajustes significativos en las metas del Gobierno. Tras la primera sesión de las Comisiones Económicas en el Congreso, realizada apenas horas después de la radicación del proyecto, se confirmó que la proyección de recaudo estimada inicialmente en $12 billones se redujo a $9,8 billones. Este ajuste se atribuye a la revisión de diversos elementos, como la exclusión del impuesto a los juegos de azar y la introducción de nuevas medidas fiscales.
El ministro de Hacienda, Diego Guevara, explicó este cambio de manera detallada durante su intervención en las comisiones conjuntas. «Estamos trabajando con un cálculo aproximadamente de 9.8 y se juega la inversión del país. Hoy hemos logrado el anuncio aquí en las comisiones conjuntas», afirmó el funcionario. Esta cifra representa un ajuste importante respecto a lo que había presupuestado inicialmente el Gobierno, subrayando que la sostenibilidad del proyecto depende de estas decisiones clave.
Uno de los puntos destacados fue la eliminación del impuesto a los juegos de azar, una medida tomada por las «dudas de los ponentes sobre los escenarios de ilegalidad que pueda crear este tipo de impuestos». Según Guevara, esta es una cuestión que requiere un análisis más profundo. Sin embargo, como compensación, el proyecto introduce un impuesto de timbre del 1% y nuevos gravámenes sobre dividendos, que buscan complementar el recaudo necesario para financiar los planes del Gobierno. «Mañana con mucho más detalle lo veremos en la plenaria», aseguró el ministro.
Este miércoles está programada una nueva sesión de las Comisiones Económicas de la Cámara y el Senado, en la que se espera el primer debate del proyecto. La reforma busca ser un ajuste clave al presupuesto general de 2025, que deberá ser expedido en las próximas semanas por el presidente Gustavo Petro. La meta es garantizar la viabilidad de los compromisos fiscales del Estado, sin comprometer la inversión ni la estabilidad económica.
El desarrollo de los debates en el Congreso será clave para evaluar si las nuevas medidas son suficientes para alcanzar los objetivos fiscales, o si serán necesarios ajustes adicionales. Sin embargo, la reforma se perfila como una prueba de fuego para el Gobierno de Petro, quien deberá demostrar que es capaz de mantener la confianza de los sectores económicos mientras cumple con su plan de desarrollo.
Y.A.