Fabio Ochoa Vásquez, uno de los principales exlíderes del Cartel de Medellín, fue liberado de una prisión en Estados Unidos después de cumplir 25 años de una sentencia de 30 por narcotráfico. Según informes oficiales, Ochoa, de 67 años, será deportado a Colombia, donde aún posee activos que le garantizarían una vida holgada, según declaró un exfiscal que participó en su caso.
El excapo acumuló una fortuna durante las décadas de 1970 y 1980, cuando la cocaína inundaba las calles de Estados Unidos. En ese período, llegó a aparecer en la lista de multimillonarios de la revista Forbes. Desde Miami, operaba un centro de distribución que fortaleció las operaciones del cartel dirigido por Pablo Escobar.
Ochoa también estuvo involucrado en casos emblemáticos, como el asesinato del informante de la DEA Barry Seal en 1986, un hecho que fue dramatizado en la película American Made, protagonizada por Tom Cruise. Aunque se refugió en Colombia tras ser arrestado en 1990, fue extraditado en 2001 y enfrentó un juicio que lo llevó a recibir una sentencia más severa que la de otros acusados, quienes cooperaron con las autoridades estadounidenses.
Richard Gregorie, exfiscal que trabajó en el caso, aseguró que el excapo no ha perdido su fortuna: “No se retirará como un hombre pobre, eso es seguro”. A pesar de los años de litigio, su defensa no logró reducir la condena argumentando que esta era desproporcionada en relación con la cantidad de droga atribuida al acusado.
Con su regreso a Colombia, la historia de Fabio Ochoa vuelve a ser un recordatorio del impacto que tuvo el narcotráfico en los años más oscuros del país y de cómo algunas figuras aún conservan el poder económico que amasaron en esa época.