TEMA EDUCATIVO: LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPACIÓN CURRICULAR: UNA OPINION


POR: JAIDER ANDRES ANACHURY VARGAS

En su Tribuna Pedagógica número 1096 titulada “Investigación acción participación curricular” publicada el día 18 de noviembre de 2024 el autor Reynaldo Mora Mora nos explica de una manera extensa su perspectiva respecto al manejo de lo que presenta de forma resumida como IAPC (Investigación Acción Participación Curricular). Este autor dentro del primer párrafo nos explica que esta investigación cumple una función adaptativa ya que nos brinda la posibilidad de convivir con los actores sociales; condición que nos permite poner nuestro trabajo en completa disposición de la comunidad atendiendo a este compartir histórico y cultural. Introduciendo un poco a la investigación acción participación curricular, esta puede ser definida como un método de investigación en el cual el investigador se involucra de primera mano con los investigados con el fin de crear un currículo bastante real y cargado de todas estas vivencias que le permitan comprender de forma exhaustiva a lo que se enfrenta. Queda claro que es una forma de trabajar el currículo supremamente humana, ya que no ubica al investigador como un agente externo, todo lo contrario, busca ubicarlo dentro del medio que investiga con el fin de enlazarlo con los actores sociales que son objeto de investigación (pese a ser dicho de esta manera, las personas nada van a tener de objetos y hacen parte también del proceso que es llevado a cabo).
En primera instancia, parece ser un método bastante fatigante para aquel que lo lleva a cabo. Se pensaría fácilmente que el tener que convivir con los actores sociales y al mismo tiempo llevar a cabo la investigación acabaría por ser una tarea que exige demasiado al sujeto investigador. No obstante, en mi opinión, no tiene por qué ser exactamente así. En primer lugar, entendemos que, como todo trabajo de investigación, este va a ser un proceso lento; razón por la cual no hay necesidad de sentirse extremadamente presionados a hacer todo en tiempo récord. En segundo lugar, con tener una buena organización y planeación se podría conseguir un equilibrio entre convivencia y estudio, lo cual va a permitir un recorrido ameno, pero del mismo modo supremamente productivo y totalmente humano. Como un último punto en esto de las dificultades a la hora de ejecutar una IAPC, creo que es cuestión de sumergirse en esta aventura sumamente enriquecedora. Las múltiples oportunidades de aprendizaje y reflexión que brinda este tipo de investigación son invaluables; por lo tanto, es pecado subestimar la utilidad de esta, sin considerar que la única forma de entender a una comunidad es ser miembro activo de la misma. Como investigadores, nos introducimos de cabeza en esto de la comprensión de la situación real de estas personas; siendo parte nos volvemos conscientes de sus problemas, necesidades, oportunidades, fortalezas y debilidades. Resumidamente, pese a parecer un método agotador para el investigador, en realidad con una buena planeación y organizado apropiadamente se vuelve una experiencia enriquecedora que nos permitirá un estudio exhaustivo de la población con la que trabajamos.
En otra instancia, el autor nos habla sobre este proceso como una muestra del compromiso que poseen los educadores sobre la población. Por supuesto, queda claro que esta forma de trabajo rebosa de una humanidad de la que habían carecido muchas investigaciones a lo largo de la historia, al menos en el campo de la educación. A su vez, esta manera de investigar a una población está enfocada en su totalidad al objeto de estudio y su finalidad, que es la misma población. Entonces, al estar involucrados de forma tan cercana a una comunidad no solo tenemos una inducción a su condición sino a su cultura lo cual al involucrarnos como externos también puede llegar a generar una introducción histórica considerando que como educadores somos agentes de cambio. La capacidad que le ofrece a los educadores el empleo de la IAPC es muchísima, con alcance muy superior al de no involucrarnos con nuestra población meta. Además de que el enriquecimiento que se obtiene de estas relaciones que se forjan por medio de la interacción que de forma ideal es completamente orgánica es muy beneficioso para nuestro crecimiento como docentes y desarrollo de múltiples habilidades.
Finalmente, para terminar con la temática parece ser bastante productivo el repasar los aspectos claves de la temática abordada y brindar unas conclusiones. Lo más indispensable a mencionar sobre este tema es el uso de la IAPC como una herramienta primordial a la hora de construir un currículo que busque satisfacer de forma exhaustiva todas las áreas deseadas de una población determinada. La manera en la que este tipo de investigación, particularmente este método, permite a cualquiera que esté realizando la investigación sumergirse en una cultura y verdaderamente hacerse en la posición de aquellos a los que se desea educar es única y de indiscutible importancia cuando se desea tener un desarrollo no solo holístico como docente, sino que también un desarrollo humano. Se trabaja de forma concreta la empatía como principal herramienta creadora de estrategias que se ajusten realmente a los educandos.
Para concluir, la IAPC es un método que, pienso, todos los docentes deberían emplear sobre todo ante poblaciones que parezcan difíciles de manejar. E incluso más allá de eso, creo firmemente que es necesaria para tener un crecimiento personal cómo educadores integrales y humanos. Puede parecer un método complejo y agotador, pero es más que todo un método que exige mucho tiempo y planeación para ser ejecutado propiamente frente a cualquier población. La intención principal es la de entender a la comunidad de forma total e individualizar a la misma de (por ejemplo) la ciudad entera, el país, etc. Este ejercicio hace parte de los Talleres de Lectura y Escritura en Procesos Curriculares que se desarrollan en la Licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad del Atlántico (II-2024).