Juan Manuel Santos lanza duras críticas contra la ‘paz total’ de Gustavo Petro

Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia.

Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.

El expresidente Juan Manuel Santos, reconocido por liderar las negociaciones de paz con las Farc durante su mandato, ha levantado fuertes críticas contra la estrategia de ‘paz total’ impulsada por el gobierno de Gustavo Petro. En sus declaraciones, Santos advirtió sobre lo que considera fallas fundamentales en la política, subrayando que ha fortalecido a los grupos armados ilegales y permitido su expansión territorial.

Para Santos, el éxito de cualquier proceso de paz radica en la planificación detallada y en establecer objetivos claros. “Un proceso de paz requiere mucha planeación, requiere conocer muy bien con quién se va uno a sentar a negociar, cuáles son los objetivos que se persiguen, cuáles son las líneas rojas. Nosotros duramos dos años en las famosas negociaciones secretas solamente negociando la agenda”, afirmó, haciendo referencia al proceso con las Farc que lideró durante su gobierno.

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El expresidente contrastó esta metodología con la de Petro, cuestionando la decisión de incluir simultáneamente a múltiples grupos armados en la estrategia. “Petro llegó y se echó al agua con 14 grupos diferentes al mismo tiempo, sin tener ninguna planeación. Ni puso un comisionado de paz que comenzara a ordenar esa negociación”, señaló Santos, evidenciando lo que considera una falta de estructura en la estrategia del actual gobierno.

La política de «abrazos y no balazos» bajo la lupa

Santos también criticó la actitud conciliadora que el gobierno ha mostrado hacia los grupos armados. Según sus palabras, la estrategia de «abrazos y no balazos» aplicada por el Gobierno de Petro ha permitido a estos actores ganar terreno y consolidar su control territorial. “Eso fue para esos grupos lo mejor del mundo. Abrazos y no balazos, y entonces el control territorial comenzaron a ejercerlo con mucha más vehemencia. Se acentuó la pelea entre los diferentes grupos y eso es lo que estamos viendo: esto comenzó mal”, aseveró.

Una de las principales objeciones del expresidente se centra en la implementación de ceses al fuego sin acuerdos previos que los respalden. Santos señaló que esta decisión fue un error estratégico, ya que permitió que los grupos armados aprovecharan el alto al fuego para expandir sus operaciones. “Eso no puede funcionar porque los ceses al fuego…fue una de las razones por las cuales nosotros no aceptamos ese cese sino hasta el final. Nosotros les dijimos: no hay cese al fuego hasta que terminemos de negociar y nada está acordado hasta que todo esté acordado. Aquí fue a la inversa”.

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Un diagnóstico crítico: expansión territorial y fortalecimiento de los grupos

El expresidente destacó que la falta de medidas coercitivas ha permitido a los grupos armados consolidar su dominio en diversas regiones. “Los grupos se han fortalecido, han aprovechado ese cese al fuego para ejercer mayor control territorial. Se han expandido en el territorio. Una negociación también necesita zanahoria, por supuesto, y garrote. Ellos no han sentido el garrote, han sentido la zanahoria y se la han comido toda”.

Santos expresó un «pronóstico reservado» sobre el futuro de la política de paz total, especialmente en regiones como el sur de Nariño, donde los grupos armados están estrechamente vinculados con actividades ilegales como el narcotráfico y la minería ilícita. “Son traquetos, son negociantes de drogas y de la minería ilegal, y que ejercen un control territorial dedicado a tratar de extraer el mayor beneficio económico posible”, puntualizó.

Una paz que necesita estructura

La perspectiva de Santos pone en evidencia un tema recurrente en los debates sobre procesos de paz: el equilibrio entre la flexibilidad política y la firmeza estratégica. Su insistencia en la planificación y en un enfoque equilibrado entre incentivos y medidas coercitivas revela los desafíos inherentes a cualquier intento de negociación con actores armados.

Aunque la ‘paz total’ busca una solución integral a décadas de conflicto, las críticas del expresidente apuntan a que la improvisación y la falta de lineamientos claros pueden tener consecuencias contraproducentes. La expansión de grupos ilegales y la pérdida de control territorial son riesgos que deben ser considerados con seriedad, especialmente si el objetivo es lograr una paz sostenible y duradera.

Y.A.