Cuba enfrenta su tercer apagón en menos de dos meses, dejando a millones de personas sin electricidad y paralizando gran parte del país. La causa principal es la salida de operación de la termoeléctrica Antonio Guiteras, según informó la estatal Unión Eléctrica (UNE).
El incidente ocurrió a las 2:08 a. m. (hora local), provocando la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). A las 4:30 p. m., el sistema solo generaba 533 MW, cubriendo apenas el 17 % de la demanda nacional en horas pico. En La Habana, se priorizó el servicio para 37 hospitales, seis fuentes de agua y 258,000 clientes, mientras que en el resto del país amplias zonas permanecen completamente a oscuras.
El apagón también afectó el servicio de telefonía móvil, con un 53 % de interrupciones en todo el territorio, especialmente en Camagüey (63 %) y La Habana (60 %), según informó la Empresa de Telecomunicaciones (Etecsa).
Ante la situación, el gobierno suspendió las clases y actividades laborales, garantizando que no se afectarán los salarios, según anunció la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó. Mientras tanto, el presidente Miguel Díaz-Canel expresó confianza en que los trabajos de reconexión lograrán avances significativos en el transcurso del día.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, señaló que la reconexión total será más rápida que en apagones previos, ya que esta vez no hay daños por huracanes. Sin embargo, la crisis energética de la isla sigue siendo grave, agravada por la falta de combustible, divisas y las averías recurrentes en sus envejecidas centrales termoeléctricas.
Cuba ya había sufrido apagones nacionales el 18 de octubre y el 6 de noviembre, este último tras el paso del huracán Rafael. La crisis energética, causada por décadas de explotación y escasez de inversiones, continúa afectando seriamente la calidad de vida en el país.