En una entrevista con El Tiempo, la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Laura Sarabia, abordó varios temas candentes sobre su futuro en el gobierno de Gustavo Petro, la llegada de Armando Benedetti al círculo cercano del Presidente, y las tensiones internas en el gabinete.
Sarabia, quien ha sido señalada como una de las funcionarias más poderosas, desmintió los rumores sobre su salida y aclaró que cualquier movimiento dentro del gobierno depende únicamente del Presidente Petro.
En relación a las especulaciones sobre su posible traslado a otro cargo, Sarabia afirmó que aún no ha recibido ninguna indicación del Presidente para renunciar o cambiar de puesto. «Mi salida o mi posible movimiento va a depender solo del Presidente», aseguró, y destacó que en este momento no ve la necesidad de dar un paso al costado.
Uno de los factores que ha alimentado los rumores sobre su salida ha sido el regreso de Armando Benedetti al gobierno. Sarabia reconoció la existencia de tensiones, pero aclaró que las decisiones sobre la inclusión de Benedetti son responsabilidad exclusiva del Presidente, y que las discusiones sobre estos temas se manejan en privado. Además, sobre el controvertido audio en el que Benedetti le hacía amenazas, Sarabia se comprometió a explicar su versión ante las autoridades competentes.
En cuanto a las críticas internas en el gabinete, especialmente por la llegada de Benedetti, Sarabia fue contundente. «Un gabinete no puede ser un jardín infantil», afirmó, destacando la necesidad de que los miembros del gobierno actúen con madurez y responsabilidad para atender las demandas del país. Además, minimizó los rumores sobre una «rebelión ministerial» y expresó que su trato con los ministros es cordial y profesional.
La funcionaria también respondió a las acusaciones de que su posición en el gobierno estaba siendo cuestionada por sectores de la izquierda más radical, a los cuales calificó de interesados en desprestigiarla. «Soy una piedra en el zapato para muchos«, comentó, y agregó que ha sido objeto de campañas de desprestigio, pero que su compromiso con la verdad y con el Presidente es inquebrantable.
En cuanto a los escándalos relacionados con su familia, Sarabia defendió a su hermano, mencionando que las acusaciones sobre su implicación en actos irregulares no han sido probadas. «Nadie puede hablar a mi nombre», insistió, destacando que ella es la única responsable de sus propias acciones.
Sobre el futuro de Benedetti en el gobierno, Sarabia dejó claro que, aunque se le han asignado funciones definidas, su trabajo se llevará a cabo en paralelo con el suyo, sin interferencias. «Mi función es acompañar la agenda del Presidente y labores administrativas del Dapre«, concluyó.
Finalmente, Sarabia se mostró firme en su deseo de seguir trabajando por el bienestar del país, particularmente en regiones como La Guajira, donde ha impulsado proyectos sociales. Aunque admitió que ha enfrentado múltiples desafíos personales y políticos, dejó claro que su compromiso con el gobierno y el Presidente sigue intacto, y que está dispuesta a defender su nombre y su integridad a toda costa.
