La ciudad enfrenta múltiples problemas de infraestructura debido al desbordamiento de aguas, el deterioro de los colectores y la acumulación de residuos sólidos.
En las últimas semanas, Bogotá ha sido escenario de diversas emergencias causadas por el represamiento de aguas lluvias, que ha afectado principalmente a sectores vulnerables de la ciudad. Las intensas lluvias, sumadas a la obstrucción de colectores que ya han cumplido su vida útil, han generado graves problemas de inundaciones y desbordamientos en varias zonas.
Los colectores de aguas pluviales no han podido soportar la cantidad de agua acumulada debido al alto nivel de sedimento que transportan, principalmente arena y gravilla provenientes de las canteras ilegales, lo que dificulta aún más el drenaje adecuado del agua.
A este panorama se suma la creciente irresponsabilidad de algunos ciudadanos, que no respetan las normas de manejo de residuos. A pesar de que la ciudad dispone de suficientes canecas de basura en diferentes puntos, muchos habitantes continúan arrojando residuos en espacios públicos, lo que contribuye al obstrucción de los sistemas de drenaje y a la creación de focos de contaminación en las calles.
El deterioro de los colectores y la falta de mantenimiento adecuado de las redes de drenaje han hecho más vulnerable a la ciudad frente a eventos climáticos extremos. La combinación de estos factores, junto con el comportamiento irresponsable de parte de la ciudadanía, está provocando una crisis en el manejo de aguas lluvias y el sistema de alcantarillado en la capital colombiana.
Y.A.
