[EDITORIAL] ¡A reaccionar ante la violencia!

Consideramos de mucha importancia la enérgica reacción de los comerciantes de Barranquilla y la ciudadanía en general, respecto a los hechos delictivos que incluyen masacres, como la ocurrida el pasado fin de semana en un establecimiento comercial ubicado en el barrio El Carmen, donde un grupo de personas que allí departían, sufrieron un atentado con arma de fuego, con el saldo de cuatro hombres asesinados y otros tres gravemente heridos.
Desde ese día las autoridades competentes están investigando los móviles de estos hechos; sin embargo, pasados varios días aún no se conocen con claridad los motivos que sembraron el terror y dejaron una estela de sangre en la calle 50 con carrera 18, este dato hay que sumarlo a una cantidad alarmante de delitos de esta misma estirpe ocurridos en los últimos meses en Barranquilla y los municipios que conforman su área metropolitana, cifras negativas que nos conducen a una realidad inocultable, ya que de acuerdo a las últimas estadísticas, Barranquilla hoy está ocupando el tercer lugar entre las capitales de Colombia en donde han ocurrido más de 200 homicidios en lo que va corrido de 2024.
Es tal el problema de la inseguridad en Barranquilla y su área metropolitana, patentizada en gran parte en el abultado número de homicidios acompañados por el fenómeno de la extorsión –la cual se ha incrementado en los últimos meses– que amerita continuar recalcando sobre este tema.
Aceptarlo de esa manera, equivale a darle la razón a los habitantes de Barranquilla y últimamente de Soledad, afectados por la ola de criminalidad que no disminuye sus índices, de ahí la necesidad de que las autoridades competentes con el apoyo de la Policía Metropolitana y el Gaula, se comprometan aún más, para hacer sentir más segura la ciudadanía y si es posible con el refuerzo del Ejército Nacional para de esa manera contrarrestar la arremetida de la criminalidad.
Homicidios, extorsión, hurtos, entre otros delitos, son el ‘dolor de cabeza’ de los habitantes de Barranquilla en los últimos meses; la ciudadanía asegura estar intranquila y pese a las estrategias de las autoridades, la violencia no cesa en las calles.
Reiteramos, es urgente que se implementen planes de seguridad más contundentes, estudios estructurados que respondan a las soluciones definitivas y no coyunturales como la de desplazar de una calle a otra o de un barrio a otro a los delincuentes; es menester que se diseñen planes bien pensados, que generen tranquilidad a la ciudadanía.
Ese es el motivo de los reclamos de la ciudadanía, porque Barranquilla otrora fue una ciudad que se preciaba de segura y de un tiempo para acá tal creencia se ha venido desvaneciendo, hasta el punto de considerarse como una de las urbes más abatidas por el flagelo de la inseguridad.
La pregunta es hasta cuándo muchos barranquilleros, atlanticenses y colombianos en general tendrán que soportar la tragedia de la extorsión teniendo en cuenta que lo poquito que se ganan con el sudor de su frente, con el esfuerzo y lucha constante vaya a parar a los bolsillos de los facinerosos.
Está claro que la delincuencia común se continúa moviendo con el empleo de todos sus recursos insospechados y ha generado una grave situación de inseguridad y Barranquilla lamentablemente se ha convertido en uno de sus escenarios.
Lo preocupante de este panorama –según expertos– es que Barranquilla está por encima en el ranking de ciudades con mayor población en Colombia, como es el caso de Medellín, que aparece en el sexto lugar.