Por Redacción Judicial
Una oleada de violencia y terror se ha desatado en la región del Caribe colombiano, donde el llamado Ejército Gaitanista de Colombia más conocido como ‘Clan del Golfo’, ha asesinado e intimidado a varios trabajadores de la empresa de transferencias SuperGiros y ha amenazado con cerrar sus oficinas en la región.
Los ataques de esta estructura no son un hecho aislado, sino que reflejan una extorsión silenciosa que se ha tomado al Caribe. La región ha sido históricamente vulnerable a la influencia de grupos armados y criminales, que han aprovechado la debilidad institucional y la falta de presencia del Estado para establecer sus propias normas y reglas.
Según informes, el grupo paramilitar ha estado extorsionando a la empresa, y ha llevado a cabo varios ataques armados contra sus oficinas. La red de servicios ha denunciado que ha recibido panfletos con amenazas de muerte y ha sido objeto de atentados con armas de fuego.
La complicada situación del orden público se conoció el pasado 4 de noviembre, fecha en que fue asesinada la joven de 19 años Marlen Fernanda Mozo, empleada de SuperGiros en el municipio de Bosconia, Cesar.
En ese entonces, este grupo delincuencial exigió a la empresa mantener cerrado los distintos puntos de servicio en los departamentos que conforman la región Caribe hasta que no se llegara a un acuerdo.
Sin embargo, con el pasar de los días la red de servicios del sitio continuó operando en completa normalidad. Al día siguiente del repudiable crimen de la empleada, el comandante de la Policía del Atlántico, coronel John Harvey Peña, reveló que las amenazas a trabajadores se habían extendido a municipios del departamento, como Luruaco, donde ya se habían registrado amenazas similares.
No obstante, el pasado 22 de noviembre, es decir 17 días después de estas declaraciones, miembros de esta organización criminal visitaron varios puntos de Barranquilla Soledad, Malambo y Galapa con un único mensaje: “o cierran o atentan contra sus vidas”.
Tal como sucedió en el sector de la Puntica del municipio de Luruaco, sujetos en moto atentaron contra un punto de SuperGiros, hiriendo en el pecho a Meryl Sánchez, una empleada de 32 años, quien tuvo que ser llevada a un centro asistencial.
Al día siguiente, sábado 23 de noviembre, algunas trabajadoras se abstuvieron de ir a trabajar y otras decidieron continuar con su labor habitual, entre ellas, la que atiende el punto de la calle Murillo con carrera 9B, barrio La Victoria, donde sujetos en moto hicieron disparos y, por fortuna, la mujer salió ilesa tras el acto criminal
Todo lo antes mencionado ha generado una gran preocupación en la región, ya que SuperGiros es una de las principales empresas de transferencias en Colombia y presta servicios financieros a miles de personas en la región del Caribe.
Recordemos que la entidad por medio de un comunicado anunció el cierre temporal de 3.000 puntos de atención en la región debido a la situación de inseguridad.
El Gobierno ha anunciado que tomará medidas para proteger a los trabajadores de SuperGiros y a la empresa en general, pero la situación sigue siendo tensa y peligrosa.