Más de 23.000 armas incautadas serán fundidas y reutilizadas en obras de infraestructura social en Colombia

Militares // Imagen de referencia.

En un esfuerzo por transformar elementos de conflicto en herramientas para el desarrollo, las Fuerzas Militares anunciaron que más de 23.000 armas de fuego y traumáticas incautadas serán fundidas y convertidas en insumos para proyectos de infraestructura social y militar en el país. Este proceso se llevará a cabo el próximo 5 de diciembre en la Planta Industrial de Acerías Paz del Río, ubicada en Belencito, Nobsa (Boyacá). La actividad contará con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación y será liderada por las Fuerzas Armadas.

El coronel Juan Carlos Sanabria León, portavoz de las Fuerzas Militares, explicó el impacto de esta iniciativa: “Estos elementos serán convertidos en materia prima vital para la construcción de proyectos de infraestructura que beneficien a la población civil y a la Fuerza Pública. El resultado de esta transformación se constituirá en insumos para la consolidación de proyectos sociales, generando bienestar”.

El material reciclado se empleará en la fabricación de estribos, flejes, acero figurado, pernos, cerchas, varilla corrugada, malla electrosoldada y alambres, entre otros productos esenciales para obras de gran impacto, como puentes, vías, colegios, escuelas, bases militares y plantas de tratamiento de aguas. Según el coronel Sanabria, este enfoque no solo permite la reutilización de los materiales, sino que refuerza el compromiso de las Fuerzas Armadas con el bienestar de las comunidades y el desarrollo del país.

Actualmente, las armas están siendo preparadas para su traslado desde Puente Aranda, en Bogotá, hacia Boyacá. El proceso incluye estrictos protocolos de seguridad. “Allí serán embarcadas en cajas tipo guacales de madera, cumpliendo los más rigurosos protocolos de seguridad y custodia. A bordo de la locomotora, irá un grupo de soldados garantizando la custodia y seguridad del movimiento, así como durante la ruta se tendrá presencia de la tropa en puntos estratégicos”, aseguró el portavoz militar.

Esta no es la primera vez que las Fuerzas Militares ejecutan este tipo de iniciativas. Según las autoridades, a la fecha se han incautado y destruido más de 50.000 armas de fuego y traumáticas en el marco de operaciones de control y lucha contra el crimen. Además, como parte de los operativos de seguridad, recientemente se decomisó más de una tonelada de cocaína en el Pacífico colombiano, un resultado que demuestra los esfuerzos continuos de la institución por combatir el narcotráfico y otros delitos.

Transformar violencia en desarrollo: Un modelo de reconciliación

Esta iniciativa representa una apuesta por convertir los vestigios de la violencia en herramientas de progreso. El reciclaje de las armas no solo es un acto simbólico, sino también una acción concreta para la construcción de un país más equitativo y sostenible. Al ser utilizadas en proyectos sociales, estas armas dejan de ser instrumentos de daño y se convierten en materiales que edifican esperanza y progreso en comunidades vulnerables.

El mensaje que envían las Fuerzas Militares con este programa es claro: la seguridad no solo radica en desarmar a los actores ilegales, sino en garantizar que los recursos recuperados tengan un impacto positivo en la población. Este enfoque reafirma el compromiso del Estado con la reconstrucción del tejido social, especialmente en regiones que históricamente han sido afectadas por el conflicto armado.

En un país donde la violencia ha marcado tantas generaciones, iniciativas como esta permiten imaginar un futuro en el que los conflictos del pasado se transformen en las bases para un desarrollo sostenible y en beneficio de todos los colombianos.

Y.A.