Con la llegada de las vacaciones, muchos esperan disfrutar de viajes en familia, pero para algunos, el mareo y el vértigo pueden convertirse en incómodos acompañantes que afectan la experiencia.
Estas dos sensaciones, aunque relacionadas, tienen diferencias importantes que es fundamental conocer para tratarlas y prevenirlas.
El mareo suele describirse como una sensación de inestabilidad o náuseas que, en ocasiones, culmina en vómitos. Por otro lado, el vértigo se asocia a la percepción de que el entorno gira, lo que genera desequilibrio.
Según la doctora Alexandra Vega, gerente médica de Genfar, ambos son síntomas y no enfermedades, pero pueden estar relacionados con diversas condiciones de salud, desde alteraciones del equilibrio hasta enfermedades crónicas como la de Ménière.
En los niños, el mareo durante los viajes es común debido al desarrollo incompleto del sistema laberíntico, encargado del equilibrio. En estos casos, estrategias simples como mantener la vista fija en un punto, asegurar buena ventilación y evitar viajar con el estómago lleno pueden ser de gran ayuda.
Para los adultos, los factores desencadenantes pueden variar desde problemas cardiovasculares, hipoglucemia o trastornos de pánico, hasta cambios bruscos de postura. Por ello, si los síntomas persisten o afectan la calidad de vida, es necesario acudir a un especialista.
De cara a los próximos viajes, la experta sugiere cinco consejos clave para prevenir el mareo:
1. Medicamentos preventivos: úselos 30 minutos antes del trayecto.
2. Buena ventilación y paradas frecuentes: favorecen el confort.
3. Evitar comidas pesadas: opte por alimentos ligeros antes de viajar.
4. Hidratación constante: el agua ayuda a mantener el cuerpo fresco.
5. Cuidados en vuelos con bebés: ofrecer lactancia o un tetero durante despegues y aterrizajes puede aliviar la presión en los oídos.
Con estas recomendaciones, será más sencillo disfrutar de los traslados sin que el mareo o el vértigo se interpongan en la aventura de las vacaciones.