Majestad del juez: Congreso Regional de lo Contencioso Administrativo

Con un enfoque interdisciplinario y humanista, el Segundo Congreso Regional de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, realizado en la Universidad del Atlántico, reunió a más de 1.500 participantes, entre ellos jueces, magistrados y académicos, tanto de manera presencial como en línea. Este evento, enfocado en el Caribe colombiano, ofreció un espacio de discusión sobre el papel del juez en la sociedad, el impacto de los sesgos en las decisiones judiciales, la evolución jurisprudencial y los retos de la administración de justicia en contextos modernos y multiculturales.

Reflexiones humanistas y el papel del juez

Uno de los temas centrales del congreso fue la necesidad de rescatar la esencia humanista del juez. Los panelistas enfatizaron que, aunque la tecnología y la inteligencia artificial ofrecen herramientas útiles, “nada sustituye su sensibilidad”. Un juez no solo debe aplicar la ley con rigor, sino que debe entender el impacto humano y social de sus decisiones. En palabras de los expertos, “las decisiones del juez nunca deben ser arbitrarias, su actuación está llena de sacrificios y siempre será la cara amable de la justicia”.

El juez ideal debe actuar bajo el imperio de la ley, evitando sesgos y prejuicios, pero manteniendo un respeto profundo por las costumbres y particularidades locales. Este enfoque fue reforzado durante el evento, destacando que la modernidad exige decisiones libres de presiones externas y respaldadas por argumentos sólidos.

Los sesgos y su impacto en las decisiones judiciales

Durante las deliberaciones, se identificaron diversos sesgos que influyen en los procesos judiciales, como el sesgo afirmativo, que ocurre cuando el juez tiende a buscar solo pruebas que respalden su primera impresión sobre un caso. También se abordó el sesgo de afinidad, que lleva a juzgar de acuerdo con la apariencia o la experiencia personal, y el sesgo retrospectivo, que subestima los cambios históricos o contextuales en las decisiones pasadas.

Uno de los puntos más relevantes fue la explicación del sesgo del punto ciego, que afecta a quienes no logran ver los errores en sus propias perspectivas, convirtiéndose en “prisioneros de su realidad”. Este análisis subrayó la importancia de la autocrítica y el uso de herramientas tanto intuitivas como reflexivas para reducir estos errores y garantizar una administración de justicia más imparcial.

Enfoque internacional y saberes ancestrales

El congreso no solo abordó temas nacionales, sino que incluyó el análisis de sentencias internacionales y reflexionó sobre instituciones culturales como el “palabrero” wayúu, mediador tradicional del pueblo indígena wayúu. Este enfoque resaltó la importancia de integrar prácticas culturales y conocimientos ancestrales en la resolución de conflictos, ofreciendo lecciones sobre conciliación y justicia comunitaria.

Además, se debatió sobre la evolución histórica de la Constituyente de 1991, modelo que podría inspirar procesos similares en países como Panamá, que actualmente contempla una reforma constitucional.

Justicia colaborativa: Decisiones en grupo

Se destacó que las decisiones tomadas en tribunales colegiados suelen ser más acertadas, ya que cada juez aporta su experiencia y conocimiento, lo que resulta en un proceso deliberativo más robusto. Sin embargo, se advirtió sobre la necesidad de evitar que los juicios grupales se vean influenciados por dinámicas de afinidad o por el agotamiento en las discusiones, ya que “las evidencias posteriores siempre ponen en duda cualquier decisión porque todo se discute desde el principio”.

Un juez humanista y moderno

El Congreso dejó claro que la administración de justicia en Colombia enfrenta retos complejos, desde la influencia de los sesgos hasta la integración de avances tecnológicos. Sin embargo, se concluyó que el núcleo del trabajo judicial sigue siendo humano: la empatía, la paciencia y el conocimiento profundo son esenciales para garantizar una justicia que no solo sea imparcial, sino también accesible y culturalmente respetuosa.

La deliberación jurídica, al igual que el trabajo de un juez, debe combinar la experiencia intuitiva y el análisis riguroso, asegurando que las decisiones estén libres de arbitrariedades y adaptadas a las realidades sociales cambiantes. Eventos como este congreso son fundamentales para seguir construyendo una justicia más justa, equitativa y humanista, a la altura de las necesidades del Caribe colombiano y del mundo contemporáneo.

Y.A.