El reajuste es una respuesta a los bajos ingresos tributarios y el objetivo de cumplir con la regla fiscal, sin afectar áreas sociales clave.
En un reciente Consejo de Ministros encabezado por el presidente Gustavo Petro, el gobierno de Colombia definió un recorte presupuestal para el próximo año de $28.4 billones. Esta medida tiene como objetivo ajustar las cuentas fiscales del país, en un contexto de bajo recaudo tributario durante el último año y la necesidad de cumplir con la regla fiscal que establece límites al gasto público.
Inicialmente, el Ministerio de Hacienda había estimado un ajuste de $33 billones, pero tras una revisión de las condiciones fiscales, esa cifra se redujo, en línea con las indicaciones del presidente Petro de evitar recortes en áreas fundamentales como los programas sociales. El decreto correspondiente, que formaliza esta decisión, será firmado en las próximas horas por el presidente Petro y el ministro de Hacienda.
Según el Ministerio de Hacienda, hasta octubre de este año el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2024, que asciende a $503.5 billones, había tenido una ejecución de un 62.9%, lo que equivale a $316.8 billones. En este contexto, el gobierno ha destacado que uno de los puntos clave de esta ejecución ha sido el compromiso de inversión, que ha alcanzado los $292.5 billones. Esto representa un 11% más que el monto comprometido para el mismo periodo en 2023.
Dentro de los sectores con mayor desempeño en términos de ejecución de inversiones, sobresalen dos áreas: Igualdad y Equidad y Ciencia, Tecnología e Innovación, que superaron el 60% de ejecución, lo que refleja el enfoque del gobierno en impulsar estos ámbitos clave para el desarrollo del país.
En términos generales, de los 31 sectores del gobierno de Petro, 13 han registrado un aumento en su ejecución, destacándose áreas como Ciencia y Tecnología, con un incremento del 9.4%, Empleo Público (+8.4%), Salud y Protección Social (+8.2%), y Educación (+7%).
Este ajuste presupuestal se produce en un momento clave para el gobierno, que busca equilibrar la economía y al mismo tiempo mantener su compromiso con las políticas sociales. A pesar de las dificultades fiscales, el gobierno parece decidido a priorizar áreas estratégicas como la igualdad social, la educación y la salud, sectores que están directamente relacionados con la mejora del bienestar de los colombianos más vulnerables.
Sin embargo, este tipo de decisiones siempre genera controversia, pues algunos sectores consideran que los recortes en otras áreas podrían afectar el crecimiento económico y la capacidad de respuesta ante nuevos desafíos. El equilibrio entre austeridad y inversión pública será un tema clave en los próximos meses, especialmente en un contexto de incertidumbre económica global.
Y.A.