Defensora del Pueblo cuestiona el nombramiento de Armando Benedetti en el gobierno de Gustavo Petro

La Defensora del Pueblo, Iris Marín, ha emitido un firme pronunciamiento respecto al posible regreso de Armando Benedetti a un cargo dentro del gobierno del presidente Gustavo Petro. Marín subraya que, dada la gravedad de los antecedentes de Benedetti, especialmente en lo que respecta a sus actitudes hacia las mujeres, no debería ocupar ninguna posición de poder en el gabinete.

La funcionaria expresó su rechazo rotundo a que Benedetti, quien fue embajador de Colombia en Venezuela, regrese a la administración pública, afirmando que su presencia en un cargo público sería una «falta de respeto» a las políticas que buscan erradicar la violencia contra la mujer. En palabras de la defensora: «Que él esté en un cargo público alto del Estado, alienta a una cultura machista, es tolerante con la violencia contra la mujer, alimenta las creencias de nuestra sociedad según las cuales se sigue considerando que la violencia contra la mujer es un asunto privado, como si la violencia contra las mujeres no fuera un asunto de máximo interés público, una de las peores crisis de derechos humanos que debemos enfrentar en Colombia”.

Marín hace referencia a los comportamientos previos de Benedetti, quien, según denuncias públicas, ha sido señalado por comportamientos agresivos, tanto verbales como físicos, hacia las mujeres. Un ejemplo destacado fue la polémica amenaza que dirigió hacia Laura Sarabia, exjefa de gabinete de Petro, cuando le dijo: “Usted está allá por mí. Nadie te hubiera pasado el teléfono si no hubieses trabajado conmigo. Ahora sí te amenazo”. Estas declaraciones, según la defensora, reflejan la discriminación y el sexismo que enfrentan las mujeres en cargos de poder.

Marín también destacó que las mujeres que alcanzan altos cargos de dirección o decisión en el Estado se enfrentan constantemente a este tipo de actitudes, que ponen en duda su capacidad por el solo hecho de ser mujeres. «Son frases a las que se enfrentan las mujeres cuando acceden a cargos de poder. Ponen en duda la capacidad que tenemos las mujeres de llegar a lugares de alta dirección o de decisión del Estado por nuestro esfuerzo y experiencia», afirmó la defensora, quien además denunció que este tipo de actitudes constituyen una violencia política contra las mujeres.

El 25 de noviembre, durante la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de Violencia de Género, se dieron a conocer cifras alarmantes sobre la violencia contra las mujeres en Colombia. Según el informe oficial, ya se han registrado más de 600 casos de feminicidio en lo que va del año 2024. Además, se reportaron 10.342 casos de violencia de género en los primeros 10 meses del año, lo que representa un incremento del 58% en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando se registraron 6.532 atenciones por violencia de género.

La postura de Iris Marín pone en evidencia la grave crisis de violencia de género que atraviesa Colombia y cómo ciertos comportamientos dentro del poder político contribuyen a perpetuar una cultura de machismo y desigualdad. La decisión del presidente Gustavo Petro de mantener a Benedetti dentro de su entorno político podría generar tensiones, no solo por las acusaciones en su contra, sino por el mensaje que enviaría a la sociedad sobre la tolerancia hacia actitudes sexistas.

En este sentido, la Defensora del Pueblo no solo está abogando por una mejor atención a las víctimas de violencia, sino también por la construcción de una sociedad más justa, donde el respeto por los derechos humanos de las mujeres sea un principio irrenunciable.

El gobierno de Petro enfrenta un desafío importante en términos de coherencia entre sus políticas públicas y las figuras que integran su gabinete. El caso de Benedetti refleja la necesidad de revisar no solo el desempeño político de los funcionarios, sino también sus valores y su comportamiento personal, pues esto tiene un impacto directo en la credibilidad del gobierno en materia de derechos humanos y igualdad de género.

Y.A.