
Contra España. Había sido decretada el 15 de junio de 1813 y duró hasta el 26 de noviembre de 1820 cuando los generales Pablo Morillo, del ejército español y Simón Bolívar, del bando independentista, se reuineron para concluir un Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra.
En el pueblo de Santa Ana de Trujillo (Venezuela), el gobierno de la República de Gran Colombia y el reino de España, representados por Simón Bolívar y Pablo Morillo respectivamente, firman el Tratado de Regularización de la Guerra, el cual pone fin a la «guerra a muerte» entre patriotas y realistas. Este tratado tendrá gran importancia y será el precursor del Derecho Internacional Humanitario. Su principal artífice es el venezolano Antonio José de Sucre y en él se recogen conceptos tales como prisioneros de guerra, rehenes, población civil, canje y hasta la extradición. (Hace 203 años, https://www.hechoshistoricos.es/html/hechoshistoricos1126.html)
El 15 de junio de 1813 -hace 209 años- fue divulgado el terrible Decreto de Guerra a Muerte, creado por Simón Bolívar, su acción más trascendental y al mismo tiempo más controvertida en toda la historia de la Independencia.
Para el historiador colombiano, Ramón de Zubiría, el decreto estaba más que justificado.
Para él los españoles habían comenzado «tratando con excesiva crueldad y sevicia a los criollos insurgentes con el fin de disuadirlos y que se apartaran de las fuerzas revolucionarias.»
-No se trató de un decreto gratuito, fruto de impuros móviles de crueldad. Este decreto respondió a una serie de atrocidades que ya se habían cometido contra los venezolanos- señaló el escritor.
Como contrapartida. Pilar Moreno de Ángel, miembro de las Academias de Historia de Colombia y España. sostiene que fue solo «una proclama de exterminio y de exterminio total»
-Fue algo cruel e inhumano que Bolívar decidió dadas las circunstancias de que se aproximaba a invadir a Venezuela y contaba con solo 650 hombres, lo cual era realmente temerario. Bolívar siempre anheló conquistar a Caracas en esta campaña que se ha llamado Admirable. Que por cierto fue admirable desde el punto de vista de la rapidez. Porque desde el punto de vista de los resultados militares fue un desastre porque ahí se mermó totalmente el ejército granadino. El final de la campaña fue un total desastre- escribió
Texto completo del decreto de Guerra a Muerte
Un ejército de hermanos, enviado por el Soberano Congreso de la Nueva Granada, ha venido a libertaros, y ya lo tenéis en medio de vosotros, después de haber expulsado a los opresores de las Provincias de Mérida y Trujillo.
Nosotros somos enviados a destruir a los españoles, a proteger a los americanos y establecer los gobiernos republicanos que formaban la Confederación de Venezuela. Los Estados que cubren nuestras armas están regidos nuevamente por sus antiguas constituciones y magistrados, gozando plenamente de su libertad e independencia; porque nuestra misión sólo se dirige a romper las cadenas de la servidumbre que agobian todavía a algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes ni ejercer actos de dominio, a que el derecho de la guerra podría autorizar
Tocados de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones que os hacían experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña y os han destruido con la muerte; que han violado los derechos sagrados de las gentes; que han infringido las capitulaciones y los tratados más solemnes; y en fin han cometido todos los crímenes, reduciendo la República de Venezuela a la más espantosa desolación.
Así, pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga a tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan y han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar de este modo la mancha de nuestra ignominia y mostrar a las naciones del universo que no se ofende impunemente a los hijos de América.
A pesar de nuestros justos resentimientos contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, a abrirles por última vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir entre nosotros pacíficamente, si detestando sus crímenes y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso de la España y al restablecimiento de la República de Venezuela.
Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria, y por consecuencia será irremisiblemente pasado por las armas.
Por el contrario, se concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas; a los que presten sus auxilios a los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo de la tiranía.
Se conservarán en sus empleos y destinos a los oficiales de guerra y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela y se unan a nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado serán reputados y tratados como americanos.
Y vosotros, americanos, que el error o la perfidia os ha extraviado de la senda de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos.
No temáis la espada que viene a vengaros y a cortar los lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestros verdugos.
Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades; el solo título de Americanos será vuestra garantía y salvaguardia. Nuestras armas han venido a protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de vuestros hermanos.
Esta amnistía se extiende hasta los mismos traidores que más recientemente hayan cometido actos de felonía; y será tan religiosamente cumplida que ninguna razón, causa o pretexto será suficiente para obligarnos a quebrantar nuestra oferta, por grandes y extraordinarios que sean los motivos que nos deis para excitar nuestra animadversión.
Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables.
Cuartel General de Trujillo, 15 de junio de 1813. Simón Bolívar.»
Los dos caudillos, Morillo y Bolívar, se reunieron el 27 de noviembre de 1820 en la poblaciòn de Santa Ana en el estado Trujillo, Venezuela y acordaron el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra, que puso fin a las hostilidades entre España y los pueblos de la unión grancolombiana.
En este tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra se acordó que ambos bandos debìan respetar a los no combatientes, intercambiar oprisioneos y acabar co n el resto de prácicas que la Guerra a Muerte entrañaba…
[Fuente: tomado de pepecomenta.com]