La actriz española, famosa por su participación en la adaptación de «Yo soy Betty, la fea», compartió una confesión personal en un podcast, abordando la complejidad de ser demisexual y generando un diálogo sobre esta forma de experimentar atracción.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
En un íntimo episodio del podcast «A solas… con Vicky Martín», la actriz española Ana Milán sorprendió a sus seguidores al declarar que se identifica como demisexual, una orientación sexual que, según explicó, ha marcado profundamente su forma de relacionarse. «Estar vinculada sentimentalmente a alguien para que me apetezca… en otra vida no quiero ser demisexual», expresó Milán con total sinceridad, desatando reacciones de curiosidad y empatía en redes sociales.
¿Qué significa ser demisexual?
La demisexualidad es una orientación que se aleja de las nociones tradicionales sobre el deseo sexual. Según el Demisexuality Resource Center, esta orientación se caracteriza porque «una persona siente atracción sexual únicamente por personas con las que tiene un vínculo emocional». En otras palabras, quienes son demisexuales no experimentan atracción sexual de manera inmediata o hacia cualquier individuo; esta surge únicamente en contextos de conexión emocional profunda.
Además, las personas demisexuales tienden a experimentar atracción sexual de forma limitada, lo que las distingue de la población general. Tal como explica el Demisexuality Resource Center, en muchos casos «pueden llegar a no tener interés en el sexo» y, cuando sienten atracción, esta suele ser hacia amigos o individuos con quienes mantienen una relación romántica sólida.
Ana Milán, al reflexionar sobre su experiencia como demisexual, afirmó que esta orientación le ha planteado desafíos en su vida sentimental: «Es una putada». Sus palabras no solo revelan su perspectiva personal, sino que también invitan a una conversación sobre cómo la sexualidad puede ser diversa y a menudo poco comprendida.
Visibilizando la demisexualidad
Aunque es una orientación poco conocida, el término demisexualidad ha comenzado a ganar visibilidad en los últimos años gracias a plataformas digitales y testimonios de figuras públicas como Milán. Esta orientación forma parte del espectro asexual, un paraguas que agrupa a personas con diferentes formas de relacionarse con el deseo y la atracción sexual.
La confesión de Milán pone de manifiesto la importancia de abrir espacios de diálogo para comprender mejor las diversas formas en que las personas experimentan su sexualidad. En un mundo donde se da por sentado que el deseo sexual es universal e inmediato, los relatos como el de la actriz española sirven para desafiar estereotipos y promover la empatía hacia quienes no encajan en estas expectativas.
Así las cosas, el testimonio de Ana Milán no solo arroja luz sobre la demisexualidad, sino que también invita a cuestionar los paradigmas establecidos sobre la atracción sexual y las relaciones. Su honestidad resuena con quienes sienten que su sexualidad no sigue las normas convencionales, ofreciendo una ventana para aprender, aceptar y celebrar la diversidad.
A medida que la sociedad avanza hacia una mayor comprensión de las orientaciones sexuales, confesiones como esta demuestran el poder de la visibilidad y la importancia de hablar abiertamente sobre temas que, aunque puedan parecer personales, tienen un profundo impacto cultural.
Y.A.