“Sectores del G4 y burócratas enriquecidos quieren lincharme para ocultar sus manejos en Monómeros”, asegura el diputado venezolano.
Por: Redacción Web.
Diario La Libertad.
La empresa Monómeros Colombo Venezolanos, uno de los activos más importantes de Venezuela en el extranjero, continúa en el ojo del huracán tras la medida de «control» impuesta por la Superintendencia de Sociedades de Colombia el pasado 18 de noviembre. Según el diputado venezolano José Luis Pirela, la intervención es una respuesta necesaria para frenar lo que denomina la «operación dictatorial raspa la olla» del régimen de Nicolás Maduro.
En sus redes sociales, Pirela manifestó su postura crítica frente a las acciones del chavismo, señalando que “sectores del G4 y burócratas enriquecidos en el gobierno interino les da frío en el espinazo cualquier denuncia de esta empresa”. Añadió que existe una estrategia para silenciarlo mediante acusaciones falsas y que estaría dispuesto a declarar en la Corte Penal Internacional (CPI). “Ese pobre zoológico de castrados no me intimida”, sentenció.
Medidas de Colombia y denuncias de venta encubierta
La Superintendencia de Sociedades aclaró que el grado de supervisión impuesto sobre Monómeros no constituye una toma de posesión ni coadministración, sino un mecanismo preventivo que busca proteger los intereses generales ante posibles riesgos financieros o administrativos. Este anuncio llega en un contexto de tensiones políticas marcadas por el nombramiento de una nueva junta directiva por parte del gobierno de Maduro, lo que ha encendido las alarmas tanto en Colombia como en Venezuela.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, también intervino en el debate. El 9 de noviembre, el mandatario expresó su oposición a la venta de Monómeros por parte del régimen chavista y pidió a Maduro reconsiderar la medida.
Pirela acusa y señala irregularidades
Para Pirela, las acciones del chavismo son una estrategia para aprovechar los últimos meses de Nicolás Maduro en el poder antes de ser considerado un “presidente ilegítimo” a partir de enero de 2025. Denunció que la intención detrás de la nueva junta directiva, liderada por Mauricio Herrera Torres (presidente de Pequiven) y Heifred Segovia (vicepresidente), es realizar una venta apresurada de la compañía para beneficio personal.
“Es imperativo frenar la operación dictatorial raspa la olla, ya que Nicolás Maduro en su etapa final del mandato es considerado ilegítimo para ejecutar dichas negociaciones”, expresó el parlamentario.
Además, en su mensaje cuestionó las alianzas políticas y comerciales alrededor de Monómeros. Hizo un llamado a investigar “con quién tuvo relaciones políticas Pacheco de Nitrofert y quiénes son sus nuevos socios”, en referencia a figuras empresariales vinculadas al manejo de la compañía.
Monómeros y el control institucional
Pirela reconoció la intervención colombiana como una respuesta legítima para proteger los bienes venezolanos en el exterior. En sus palabras, la medida es una “reacción de la institucionalidad colombiana frente a pretensiones y procedimientos que ponen al descubierto las intenciones macabras y ocultas que hay sobre los bienes de Venezuela en el exterior”.
El diputado también instó a la sociedad venezolana a mantenerse alerta, subrayando la importancia estratégica de Monómeros como el segundo activo más relevante de la República en el extranjero.
Lo que está en juego para Monómeros
La situación de Monómeros refleja el impacto de la crisis política venezolana en los activos nacionales en el exterior. La posibilidad de una venta apresurada por parte de Maduro no solo generaría pérdidas económicas para Venezuela, sino que también podría consolidar la percepción de ilegitimidad sobre su administración.
Asimismo, la intervención de Colombia destaca la relevancia geopolítica de Monómeros como un punto de tensión entre ambos países. Aunque la medida de «control» no implica una nacionalización, abre el debate sobre la necesidad de mayor supervisión internacional para evitar el uso indebido de activos públicos.
Por último, las declaraciones de Pirela suman un componente de transparencia a la discusión, ya que este asegura tener pruebas de manejos irregulares y está dispuesto a revelarlos ante organismos internacionales.
Y.A.