Por: Alberto Luna
Ante una crisis en algún sector del Gobierno Nacional, sus altos funcionarios sacan del cubilete alguna idea o proyecto, más llena de improvisación, que de un real estudio y planificación. Así sucedió con la respuesta del ministro de Educación, Daniel Rojas, ante la grave crisis presentada en el Icetex por el incumplimiento del gobierno de respaldar los giros para los créditos estudiantiles, lo cual pondría en alto riesgo la permanencia en las universidades para el año 2025 de unos 200 mil estudiantes, lo mismo que la estabilidad económica de muchas instituciones privadas del nivel superior en el país.
El proyecto del ministro de Educación es convertir el Icetex a través de una ley en un banco de primer piso, el llamado Banco del Saber, pero sin la presentación por parte del ministerio, hasta ahora, de algún sustento técnico y financiero para esa conversión.
Para ello, el gobierno nacional retirará cualquier apoyo de recursos públicos, el nuevo banco no estará respaldado por el presupuesto nacional. Será el ahorro del público, de los empresarios, su fuente de financiamiento, como cualquier otro banco privado de primer piso.
De esta manera el presidente Gustavo Petro continuaría la política del expresidente Álvaro Uribe, quien convirtió bajo su mandato al Icetex en un gran organismo financiero, donde la educación superior como un derecho inalienable se perdió, para convertirlo en un gran negocio bancario, donde en últimas son los estudiantes los más golpeados, amarrados de por vida a deudas impagables.
Y la crisis en la educación superior se ahondaría aún mucho más, por las promesas incumplidas del presidente Petro, como la condonación de la deuda de los estudiantes con el Icetex, los 500 mil nuevos cupos en la educación superior y no priorizar la reforma de los artículos 86 y 87 de la Ley 30, que sería la solución al déficit de financiamiento en que se encuentra sumida la educación pública superior.