El grano estrella de Colombia sigue marcando cifras récord en su cotización. La Federación Nacional de Cafeteros informa sobre el valor histórico del café y su impacto en los productores.
El café ha sido, desde siempre, uno de los pilares fundamentales de la economía colombiana, un producto que no solo representa una importante fuente de ingresos, sino también una tradición cultural y agrícola que se ha transmitido de generación en generación. La Federación Nacional de Cafeteros (FNC), como custodio de este tesoro nacional, no solo vela por el mantenimiento de las prácticas agrícolas, sino que también monitorea y regula el precio del café para garantizar una competencia comercial justa. Con el fin de asegurar la estabilidad del sector, la FNC estudia y ajusta constantemente los valores de compra del grano, favoreciendo a los caficultores del país.
Según el último reporte de la Federación Nacional de Cafeteros, divulgado el 21 de noviembre de 2024, el precio de referencia interno para la compra de café pergamino seco de 125 kilogramos FR 94 se ubicó en los $2,595,000 pesos colombianos, un aumento significativo con respecto al día anterior. El 20 de noviembre, el precio ya había registrado un alza de $105.000 pesos, y para este jueves se sumaron otros $25.000 pesos a la cotización. La tendencia es clara: el café sigue escalando su valor.
De acuerdo con la FNC, este año 2024 ha sido especialmente positivo para el sector caficultor, con un incremento en el valor de la cosecha del 6% y un 18% de aumento en la producción. A pesar de los retos que ha traído consigo el clima, los caficultores han logrado mantener una producción sólida y la expectativa es que el precio continúe variando al cierre de noviembre, condicionado por las fluctuaciones climáticas que afectan las cosechas.
El precio del café en el mercado internacional también ha registrado un aumento, alcanzando los USD 295,70 por libra según el cierre de la Bolsa de Nueva York. Esta cotización se calcula en centavos de dólar por libra y, a la tasa de cambio actual de $4.394,80 pesos colombianos por dólar, el café colombiano sigue siendo altamente competitivo en los mercados globales.
Precios del café en las principales ciudades colombianas
Además del precio de referencia, la FNC, en conjunto con la entidad Almacafé, ha publicado los precios del café para las principales ciudades de Colombia, reflejando las variaciones locales en la compra del grano. En Armenia, la carga de café alcanzó los $2,595,500 pesos, mientras que en Bogotá el precio fue de $2,594,250 pesos por carga. Otras ciudades como Pereira y Santa Marta también registraron precios cercanos a los $2,595,000 por carga, destacando una leve variabilidad dependiendo de la ubicación.
Los precios por kilo y arroba también siguen esta misma tendencia, y en ciudades como Medellín y Manizales los costos alcanzaron valores de hasta $20,757 pesos por kilo, lo que refleja una consistente alza en los valores dentro del mercado nacional.
El café pasilla: Un componente clave en la cadena productiva
El precio de la pasilla de finca también sigue un comportamiento estable. El valor para este 21 de noviembre se ha mantenido en $7,000 pesos por kilogramo, lo que representa un precio sólido dentro de las producciones más pequeñas de los caficultores. Además, los precios por punto (unidades de calidad de café) varían entre los $22,500 y $45,000 pesos por arroba, dependiendo de la calidad del grano.
Este panorama de precios se debe en gran medida al esfuerzo constante de los caficultores, quienes a pesar de las adversidades, han logrado mantener la producción en condiciones óptimas. Sin embargo, también es cierto que la fluctuación en los precios internacionales, sumada a los efectos de fenómenos climáticos como el fenómeno de El Niño, podrían traer incertidumbres a futuro.
El precio del café en Colombia, en particular el 21 de noviembre, es una clara muestra de la resiliencia del sector caficultor colombiano. A pesar de las fluctuaciones globales y locales, el café sigue consolidándose como un producto premium a nivel internacional. No obstante, las desigualdades en los precios según la ubicación y los efectos del clima podrían generar desafíos adicionales para los caficultores más pequeños.
Y.A.